Con una temperatura agradable y un cielo totalmente despejado, la ciudad de Buenos Aires vive hoy el Viernes Santo con diferentes actividades.

La catedral metropolitana recibió en las últimas horas a numerosos fieles y turistas, muchos del interior del país y de países limítrofes como Brasil, que participan de la liturgia, al recordar hoy la pasión y muerte de Jesús en el marco de la semana religiosa.

"Tenemos una afluencia muy importante que se ha planteado por un escenario exacto: en primer lugar, el refresco que significó la elección del Papa Francisco , luego por los feriados que contribuyen a la presencia de muchos turistas en Buenos Aires, y las celebraciones de Semana Santa, en las que mucha gente se acerca a la iglesia", dijo a Télam el rector de la Catedral, el sacerdote Alejandro Russo.

ACTIVIDADES

Un total de 35 seminaristas se encuentran apostados en la puerta y el interior del templo, recibiendo a los visitantes, impartiendo bendiciones y repartiendo estampas y material religioso.

A cada hora, durante toda la jornada de hoy, saldrán grupos de fieles coordinados por seminaristas, para realizar la tradicional visita a las 7 iglesias, una antigua tradición cristiana que invita a recorrer diversos templos, en recuerdo de los distintos momentos por los que debió atravesar Jesús, desde que fue entregado en el Huerto de Getsemaní hasta su muerte en el monte Calvario.

En el recorrido, se incluye a las históricas iglesias de San Ignacio, San Francisco y Santo Domingo -todas en el casco urbano de la ciudad- que desde anoche eran muy visitadas.

También se realizan Vía Crucis por el interior de la Catedral porteña, deteniéndose en las imágenes que recuerdan las 14 estaciones de la "vía dolorosa" que recorrió Jesús.

A las 15, hora en que la tradición cristiana asocia a la muerte exacta de Jesús, se realizará una oración especial y se entonará el "canto de las lamentaciones y veneración de la reliquia de la cruz".

En tanto, a las 17, el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Luis Fernández, presidirá la acción litúrgica de la pasión y muerte de Jesús.

El Viernes Santo -el único día del calendario litúrgico en que no se celebra misa- la mirada se centra en la adoración de la cruz, y la iglesia pide a sus fieles realizar ayuno y abstinencia de carne.

EL TRADICIONAL VÍA CRUCIS

La mayor atención estará centrada en el tradicional Vía Crucis que se realizará esta noche, a partir de la 20.30, a lo largo de la avenida de Mayo, desde Plaza Lorea -en Congreso- hasta la Plaza de Mayo, encabezado por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García.

La catedral permanecerá hoy abierta hasta la medianoche, y para finalizar el día se propone una oración junto a la imagen del Cristo Yaciente.

La procesión partirá desde Luis Saénz Peña y avenida de Mayo y en esta oportunidad hay una singular expectativa porque el Papa Francisco, hasta hace poco el cardenal Jorge Bergoglio, presidió esta ceremonia religiosa durante los diez últimos años .

El Vía Crucis será presidido por el Cristo de "Buen Amor" y la imagen de la Virgen Dolorosa, realizada en 1870 y, como es tradicional, el pueblo llevará en andas una cruz penitencial de 15 metros de largo, y un peso de 130 kilogramos, como una expresión de solidaridad a Jesús y muestra de sacrificio.

Además se sumará otra cruz que será transportada por los jóvenes, para "simbolizar su rol en la construcción del futuro y en el fortalecimiento de la fe del pueblo argentino", indicó la Asociación en un comunicado.

Durante todo el camino acompañará un coro y músicos, mientras que una vez arribados a Plaza de Mayo, se realizará la representación de la crucifixión de Jesús, teatralizada por un grupo de actores en el marco de una escenografía desarrollada especialmente para el encuentro.

El último acto será el desarrollo de la ceremonia del entierro de Jesús, que se efectuará en la escalinata de la Catedral para quedar expuesto para veneración de los fieles en el altar mayor.

ORGULLO POR FRANCISCO

Desde la Catedral porteña, fieles del interior del país y de otras partes del mundo manifestaron su "orgullo de tener un papa latinoamericano que nos representa a todos".

"Estoy feliz y sorprendido, porque nunca imaginé tener a un papa argentino", dijo a Télam Jorge, de 42 años, oriundo de Córdoba y de visita a Buenos Aires por el feriado de Semana Santa.

"Yo soy devoto de Juan Pablo II y me gustaría que haga algo como lo que hizo él, y por como empezó, junto con la gente, creo que lo está haciendo", destacó.

Víctor, un portugués de 43 años, que vive hace muchos años en Londres, Inglaterra, manifestó en las puertas de la Catedral metropolitana que "este nuevo Papa representa un cambio para la iglesia católica, sus gestos iniciales muestran una gran transformación".

David y Patricia, dos jóvenes de Porto Alegre, dijeron a Télam entre risas que "el papa tenía que ser brasileño", pero que igualmente "los brasileños nos sentimos representados", ya que "Francisco es muy bueno, querido y simple, y nos da orgullo tener un papa latinoamericano que nos representa a todos".

Cruzando otra frontera, desde Santiago de Chile, Eria, de 67 años, vino al país con una parada obligada a la Catedral para "felicitar a todos los argentinos", porque Francisco "es un papa del pueblo", según dijo entre lágrimas, y pidió que el papa "nos venga a ver a nosotros, los chilenos".