Un colegio, una parroquia, un club y un centro barrial: Soldati abrazó a la Virgen en un fin de semana de fe popular

La comunidad de la Parroquia Virgen Inmaculada, los Hogares de Cristo y el Club Atlético Virgen Inmaculada celebraron la visita de la Virgen de Luján, en el marco de la Peregrinación por los 15 años de la Familia Grande Hogar de Cristo, que recorre todo el país bajo el lema Ni Un Pibe Menos Por La Droga.

El desayuno estaba listo pero aún no estaba servido. Decenas de personas expectantes y abocadas a los preparativos que no cesaron hasta que llegó la imagen de la Virgen de Luján a Villa Soldati. La esperaba la comunidad del barrio entre emoción, aplausos y alegría. La bienvenida dio inicio a un fin de semana de festejos, intenciones y expresiones de fe popular que recorrieron los lugares más significativos.

Quienes asisten a la Parroquia, los niños y niñas de la escuela, los y las jóvenes junto a coordinadores en los Hogares de Cristo, fueron quienes primero abrazaron y recibieron a la Virgen, entre agradecimientos y expresiones de cariño, para luego salir de recorrida por el barrio con los lemas de la Peregrinación, “María nos visita y nos abraza” y “Ni un pibe menos por la droga”.

La procesión vivió momentos emotivos y de celebración en varias de las sedes del Club Atlético Virgen Inmaculada (CAVI), que con playones y canchitas dispersos por las barriadas, nuclea a más de 900 niños, niñas y jóvenes de entre 5 y 18 años que realizan más de diez actividades deportivas diferentes.

El recorrido de la Virgen no es casual. Los festejos traen consigo la articulación y el trabajo conjunto que realizan las organizaciones comunitarias como son los HdC, la parroquia y el club, compartiendo múltiples objetivos. “Al igual que en las parroquias de otros barrios, caminamos con las tres C: colegio, capilla y club, que son las tres C de la vida”, explicó Leandro Dellatorre, coordinador del CAVI. Señaló además que la existencia del club parroquial desde hace 8 años cumple un rol específico, “es un lugar de prevención y contención. En esto, se trabaja de forma muy articulada junto con la escuela y también con los centros barriales que serían una cuarta C”.

El CAVI impregna un sentido de pertenencia que excede lo deportivo, con una dimensión de propuestas culturales convocantes como talleres de folklore, danza paraguaya y hasta una orquesta. “Buscamos hacer de esto una propuesta integral y llegar a los chicos y a las familias de barrios cercanos”, cuenta Leandro y no oculta el orgullo de ser una pata fundamental del recorrido de la peregrinación: “Pasamos por tres sedes. Por Fátima, que tenemos una cancha llamada “La Jaulita” donde hubo fútbol femenino y ahí la recibieron las chicas. Luego fuimos a una sede que se llama San Francisco, donde estaban los varones de fútbol masculino. Y finalmente en la Parroquia, en Carrillo, donde la recibieron las chicas de hockey, con intenciones y agradecimientos y ahí se hizo la misa”.

Durante el transcurso del fin de semana, la comunidad recorrió y realizó actividades compartidas en los Hogares Juan Pablo II y Centro Comunitario San Expedito, donde existen dos hogares emblema que dan respuesta los diferentes momentos del proceso en el que se encuentran sus residentes con respecto a la recuperación de consumos. Allí, se realizaron actividades compartidas y un almuerzo. Para finalmente hacer el envío de la Virgen a Caacupé Sagrado Corazón el domingo por la mañana.

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