El cambio climático y los efectos que este está produciendo tanto en el medio ambiente como en nuestra forma de vida hacen necesario que toda la sociedad se implique para conseguir reducir el impacto de las actividades humanas en él. El Acuerdo de París fijó el objetivo de proseguir con los esfuerzos para limitar el calentamiento a 1,5ºC y así reducir los riesgos derivados del cambio climático. Conseguirlo constituye todo un reto pues requiere una importante reducción de las emisiones a la atmósfera. Pero, sobre todo, necesita del compromiso de gobiernos, organismos internacionales, empresas y ciudadanos para asegurarnos que damos los pasos necesarios para conseguir este objetivo.

A finales de 2020, Coca-Cola European Partners presentaba sus nuevos objetivos climáticos en los que se fijaba el compromiso de acelerar la descarbonización de su negocio. Para ello se comprometía a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de su cadena de valor en un 30% en 2030 -respecto a los datos de 2019- y convertirse en una empresa cero emisiones en 2040.

Thank you for watching

Para conseguir este objetivo ha decidido adoptar medidas en las cinco áreas de su cadena de valor: envases, ingredientes, operaciones, transporte y equipos de frío. Con una especial atención en la reducción de las emisiones de alcance 3, aquellas que inicialmente no se encuentran bajo el control de la empresa. De esta manera, tiene la intención de colaborar y apoyar a sus proveedores con el fin de que éstos establezcan sus propios compromisos de reducción de emisiones de carbono basados en criterios científicos y, entre otras acciones, empleen electricidad 100% procedente de fuentes renovables.

 

“A nadie se le escapa que el planeta se encuentra en un momento crítico, pero aún estamos a tiempo de proteger su futuro. Esta es la razón por la que hemos decidido dar un paso adelante y desarrollar un plan a tres años para actuar y trabajar pensando en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en toda nuestra cadena de valor, desde el proceso de obtención de los ingredientes que empleamos, los envases que usamos, hasta las bebidas que vendemos y como éstas llegan a los consumidores. Este plan no es estático, tenemos la intención de que se adapte para asumir nuevos objetivos a más largo plazo”, explica Carmen Gómez Acebo, Directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola European Partners Iberia.

CanCollar®, una nueva solución para los envases en Baleares 

Actuar sobre los envases y conseguir que sean más sostenibles es crítico para Coca-Cola European Partners, puesto que suponen más del 40% de sus emisiones totales. Por eso está trabajando para marcar la diferencia. Y lo hace con un plan centrado en eliminar el plástico innecesario o difícil de reciclar y reducir el uso de materias primas, aumentar el material reciclado de sus envases PET llegando hasta el 100% en una década, recoger el 100% de los envases que pone en el mercado, y apostar por la innovación en nuevos materiales, tecnologías y formas de suministro.

El objetivo es que, a finales de este año, los envases de plástico de los refrescos sin gas que comercializa cuenten con un 100% de plástico reciclado (rPET) y los del resto de sus productos, un 50%. Esto supone adelantar en más de tres años la consecución de este objetivo, previsto inicialmente para 2025.

Además, continúa reduciendo el uso de materias primas, haciendo sus envases más ligeros. En este sentido ha invertido más de 12 millones de euros en un proceso de aligeramiento de latas, envases de vidrio y PET, que permitirá reducir el uso de material virgen en cerca de 22.000 toneladas.

En esta línea de reducción del uso de las materias primas y, sobre todo, con el objetivo de avanzar en el desarrollo de envases más sostenibles, en la segunda mitad del año pasado, Coca-Cola European Partners alcanzó un acuerdo con WestRock, compañía global de soluciones de packaging sostenible, para incorporar el cartón a sus agrupadores de envases a través de una tecnología denominada CanCollar®. 

Se trata de un paso importante en su objetivo de eliminar progresivamente el plástico de su packaging secundario. España se ha convertido en el primer país europeo en el que se ha implementado esta tecnología, y Baleares, el lugar seleccionado para llevar a cabo la sustitución de las anillas de plástico por una solución innovadora y sostenible fabricada en cartón reciclable que permite agrupar las latas de una manera mucho más respetuosa con el entorno. 

El uso de este sistema, que está haciendo posible la distribución de más de 4,5 millones de agrupadores de latas de productos de su porfolio, permitirá ahorrar más de 18 toneladas de plástico en sólo un año. Esta reducción se suma a las 35,3 toneladas de plástico que se han dejado de consumir tras la eliminación de las anillas agrupadoras de latas de 330 ml en España y a las 5,15 toneladas que se consiguieron al retirar el film retráctil de las latas de 200 ml, en 2019.