Clases presenciales: el PRO celebra el fallo de la Corte y mide el impacto electoral

Clases presenciales: el PRO celebra el fallo de la Corte y mide el impacto electoral

Los votantes que perdió la gestión económica del macrismo se volvieron a acercar con la batalla por las clases presenciales.

Tras el fallo de la Corte Suprema, la Ciudad de Buenos Aires decidió no echar leña en la discusión por las clases presenciales en territorio porteño en plena segunda ola de coronavirus, pero desde el PRO ya analizan efectos, colaterales o buscados, camino a las elecciones 2021 pero, sobre todo, las del 2023. Para el partido de la alianza opositora, la confrontación con el Gobierno nacional les abrió el camino para acercarse a un electorado que se había alejado por la desastrosa política económica del macrismo. 

"Falta un montón para las elecciones pero le sirvió" a Horacio Rodríguez Larreta, dice una fuente de la alianza opositora. La batalla del jefe de Gobierno contra la administración nacional nació, analizan, por la falta de diálogo. Desde la calle Uspallata niegan todo vínculo de la avanzada por las clases presenciales con lo electoral, aseguran que la apertura de escuelas en pandemia fue un objetivo planteado en agosto del 2020 y que la confrontación llegó cuando los quisieron "pasar por encima".

Para el Gobierno de Larreta, el decreto que suspendió las clases virtuales atentó contra la autonomía de la Ciudad, algo que refrendó la Corte Suprema al decir que la Nación no puede decidir sobre facultades delegadas a las provincias. El fallo del máximo tribunal no fue sorpresivo, cerca del Jefe de Gobierno esperaban este resultado desde el mismo momento en que presentaron el amparo pero prefirieron no darle mayor entidad y no salieron a hablar para celebrar.

Desde el PRO a nivel nacional aseguran que, buscado o no, el efecto de la confrontación generó un acercamiento del macrismo con la clase media, vínculo que se había perdido por las políticas económicas de Nicolás Dujovne - tal vez la lista de nombres debería ser más larga -. La Ciudad, en tanto, considera apresurado el nexo entre votantes perdidos y votantes ganados por esta pelea. 

En el Gobierno porteño minimizan el resultado de la confrontación con Nación, aseguran que el impacto en términos electorales tendrá cero relevancia y que los ciudadanos que celebraron su rebeldía, al final del camino, los votarán igual. Lejos del pretendido objetivo larretista de "elegir un candidato por la positiva", ese voto sería la reedición de un "antes al PRO que al kirchnerismo".

Cerca de María Eugenia Vidal, una de las dirigentas reaparecidas que decidió expresarse sobre el tema en las redes sociales y celebrar el fallo de la Corte, también hicieron una lectura: a Larreta le sirvió la puja, lo ayudó con el posicionamiento pero también es una batalla en la que cree y no tuvo orígenes electorales. Lo dirá el tiempo.

Mientras tanto, en Santa Fe replican la intransigencia porteña. Tampoco, dicen, con fines electorales sino "un mix de todo". Un poco por principios, otro poco para generar vínculo con los votantes. En esa provincia sólo se suspendieron las clases presenciales en dos distritos y por una semana, pero el vicepresidente del PRO, diputado nacional y futuro candidato a senador, Federico Angelini, presentó este martes un amparo para frenar la medida con el objetivo de sentar un precedente.

En este caso, el acusado no es el Gobierno nacional sino el provincial, por tratarse de un decreto local. En los fundamentos, Angelini sostiene que la medida sanitaria "trasunta una inconstitucional afectación a los derechos de los niños, niñas y adolescentes de acceso a la educación, y a gozar del más alto grado de salud físico y mental posible". Además, agrega que "la escuela no es un foco de contagio ni una carga para el transporte público" porque su uso cayó un 50% este año y porque se contagió el 0,71% del total de la comunidad educativa local.

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