Ayer, en el izamiento dominical, se vivió una presencia atípica de jóvenes. Cientos de chicos y adolescentes acompañados por trabajadores de la pastoral y el obispo Miguel Angel D’Annibale se hicieron presentes en las jornadas misioneras que se están llevando a cabo en Río Gallegos. Participan fieles de Tierra del Fuego y Chubut. Asimismo se hizo presente la cruz de Francisco, entregada por el propio Papa Francisco en las jornadas de juventud en Río de Janeiro. Realizaron una soltada de globos una vez terminada la ceremonia.
En este sentido, el Obispo D’Annibale explicó que la presencia de las personas en el izamiento es para “contarle que es una iniciativa propia de la diócesis, única en el país de la pastoral de jóvenes. La actividad lleva siete años, los primeros tres en Ushuaia; luego en Río Grande y ahora en Río Gallegos, con una importante cantidad de jóvenes para misionar barrios periféricos, como nos pide el Papa Francisco, ‘salir a las periferias’”.
Desde ayer a la tarde comenzaron a recorrer lugares como Madres en Lucha, Barrio Bicentenario, San Benito y demás sectores alejados del radio céntrico.
El objetivo es que los chicos lleven el mensaje de la iglesia católica “a las casas y familias, un mensaje de paz”.
“Este es el sentido de la misión que terminará el sábado por la noche, acompañados por religiosas y el Obispo” puntualizó.
Del propio Papa
Algo a destacar, fue la Cruz que estuvo bajo la bandera argentina sobre Kirchner y San Martín. No es cosa menor, ya que fue la primera vez que se hizo exposición pública de la misma. Recorrerá todo el territorio nacional. “La cruz es de San Francisco de Asis, que fue entregada por el Papa en Río de Janeiro, cuando nos dijo que había que hacer lío, porque el mundo se pasó de rosca y se piensa sólo en el dinero, en los jóvenes” señaló D’Annibale, realizando un análisis religioso de la realidad mundial.
“Esa cruz misionera pidió que visitara toda la Argentina. Tenemos la dicha que en este año 2014, se comience en el fin del mundo. Es la primera exposición pública de la cruz que recorrerá todo el país” explicó D’Annibale, agregando “es el crucifijo con el que se busca cambiar la iglesia, no la material, sino que se refiere al mundo. Queremos dejar una bendición especial a todos”.
“Hagan lío”
El Papa Francisco cerró en Brasil la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) con una misa ante más de tres millones de personas, en la que pidió a los jóvenes -en particular, los de América Latina- difundir la fe católica "sin miedo" y conquistar más adeptos para la iglesia.
Este fue el mensaje que captaron desde la Diócesis local, a fin de realizar las jornadas que se vivieron ayer por la tarde en la capital santacruceña.
A la llamada “Misa del Envío”, celebrada sobre la famosa playa de Copacabana en Río de Janeiro, acudieron, entre otras autoridades, el presidente de Bolivia, Evo Morales, y las mandatarias de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y Brasil, Dilma Rousseff, quienes llegaron al escenario juntas y luciendo vestidos de color negro, indicó DPA.
“Vayan, sin miedo, para servir”, expresó el pontífice al inicio de la homilía, al reiterar su llamamiento a que los católicos salgan a la calle para buscar fieles.
Según Francisco, la práctica cristiana “no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad”, porque ello “sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde. La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite”.
“El evangelio es para todos, no para algunos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferia. Hagan lío”, dijo el Papa argentino.
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