China, la intención de oración del Papa para el mes de marzo de 2020

China, la intención de oración del Papa para el mes de marzo de 2020

“Oren para que la Iglesia en China crezca en unidad”

 

“Oremos para que la Iglesia en China persevere en fidelidad al Evangelio y crezca en unidad”.

“El Papa desafía a la Iglesia universal: “Oremos para que la Iglesia en China persevere en la fidelidad al Evangelio y crezca en la unidad. Le pidió que acompañara a nuestros hermanos y hermanas chinos con oración ferviente y amistad fraterna. También le pide a cada comunidad católica del mundo que valore y acoja el tesoro espiritual y cultural de los católicos chinos.

Su Red de Oración Global será sensible a esto. Nuestro apoyo y compasión se dirige a los cristianos chinos para que sigan amando y sirviendo a su país en medio de sus pruebas. Muchos lo han pagado y todavía lo pagan con sus vidas”, explica el padre Daniel Régent SJ en esta editorial.

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Por la unidad de la Iglesia en China

La intención del Papa de rezar por la Iglesia en China que el Papa propone en marzo es parte del acuerdo provisional firmado el 22 de septiembre de 2018 entre el Estado del Vaticano y la República Popular de China, acuerdo aún más significativo ya que no ha habido relaciones diplomáticas entre los dos estados desde 1951. Después de este acuerdo, el Papa envió un mensaje de esperanza y aliento a los católicos chinos y la Iglesia Universal el 26 de septiembre de 2018.

Desde el pontificado de San Juan Pablo II, el Vaticano ha trabajado por la reconciliación y la unidad entre los católicos de la Iglesia oficial y los de la clandestinidad. Si el acuerdo firmado es un primer paso hacia las relaciones bilaterales, para el Vaticano apunta sobre todo a ayudar a la unidad de los católicos de China. En su mensaje, el Papa subraya que el acuerdo es solo un instrumento que sería estéril sin un cambio en las actitudes personales y el comportamiento eclesial. Y llama a todos los cristianos a hacer gestos de reconciliación y comunión.

Ser cristiano en China es una aventura hermosa y dura. Los católicos están llamados a superar sus divisiones internas y saben de una libertad controlada: el Estado quiere controlar a todas las organizaciones religiosas a riesgo de cometer abusos de conciencia. La noticia en diciembre de 2019 habla de un fortalecimiento de las reglas ya muy restrictivas.

El Papa desafía a la Iglesia universal: “Oremos para que la Iglesia en China persevere en fidelidad al Evangelio y crezca en unidad”. Él pide acompañar con la oración y el amor fraternal a nuestros hermanos y hermanas chinos. También le pide a cada comunidad católica del mundo que valore y acoja el tesoro espiritual y cultural propio de los católicos chinos. Su Red de Oración Global será sensible a esto. Nuestro apoyo y compasión se dirige a los cristianos chinos para que sigan amando y sirviendo a su país en medio de sus pruebas. Muchos lo han pagado y todavía lo pagan con sus vidas.

Hoy China se enfrenta a la epidemia del coronavirus. Que los cristianos, como testigos de Cristo, sean por su oración y sus acciones signos de esperanza y solidaridad para todos los afectados por la enfermedad y sus consecuencias.

El aliento del Papa a los católicos de China llega a todas las comunidades cristianas del mundo. En todas partes la reconciliación, la comunión, la unidad necesitan ser restauradas, fortalecidas. Al rezar por la Iglesia de China, también rezamos por toda la Iglesia.

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