La semana que pasó fue la peor. Desde la llegada de la pandemia, la provincia nunca tuvo el volumen de casos promedios diarios que se registró la semana pasada, lo que marca la gravedad de la situación por la que se está atravesando en el Chaco.

Este lunes, el Comité de Seguimiento y Monitoreo de la Emergencia Sanitaria mantuvo una reunión con el gobernador, Jorge Capitanich, donde le brindó detalles de los indicadores de la semana epidemiológica 63.

“Observamos el desempeño de todos los indicadores sanitarios advirtiendo un crecimiento exponencial en el número de contagios siendo esta semana 63 la de mayor número de testeos, de positividad y de contagios desde la irrupción de la pandemia”, alertó Capitanich en su cuenta de twitter.

El promedio de casos positivos registrados en la semana 63 fue de 745, muy lejos de los que se detectó la semana anterior a esa, con 358. Además, la tasa de positividad que refleja la cantidad de casos positivos en relación a los testeados, pasó de 27,8% a 32% en el mismo período.

El tiempo de duplicación de la enfermedad también cayó drásticamente: de 112 días bajó a 68. La tasa de contagio promedio también quedó en 1,2%, valores que no se registraban desde noviembre.

El índice de propagación, que determina el número esperado de casos secundarios causados por cada infectado individual, también aumentó: pasó de 1,12 a 1,25% (valores que no se registraban desde junio).

Otro salto exponencial se dio en la cantidad de consultas promedio diarias. En la semana que pasó, se reportaron 1773 consultas, cuando en la anterior eran 1148 y en la anterior a esa, 893. Esto también provocó un incremento en la cantidad de testeos diarios, que pasaron de 1288 a 2325. En tanto que la tasa de letalidad se mantuvo casi invariable, en 2,2%.

En cuanto a la composición de los contagios, el 57% corresponde al Área Metropolitana y el 43 al interior provincial, con Sáenz Peña y Villa Ángela entre las más complicadas. En relación al rango etario de los contagiados, el 56,4% correspondió al grupo de entre 18 y 39 años; el 34%, al de 40 y 59 años y el 9,5% al grupo de 60 o más años.

La ocupación de camas de terapia intensiva al 23 de mayo fue del 63,3%, mientras que las camas con asistencia respiratoria mecánica tuvieron una ocupación del 58,3%.