El Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) denuncia en un comunicado de prensa el genocidio en Bosnia (1992-1996) en el que fueron asesinados, torturados y violados doscientos mil musulmanes bosnios por los serbios.
Texto completo del comunicado:
El Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) denuncia el genocidio en Bosnia (1992-1996) en el que fueron asesinados, torturados y violados doscientos mil musulmanes bosnios por los serbios como señala el escritor y periodista español Juan Goytisolo (Premio Cervantes 2014) en su libro “Cuaderno de Sarajevo: Anotaciones de un viaje a la barbarie”.
Hace ya veinte años, en el Genocidio de Srebrenica, entre el 13 y el 22 de julio de 1995, fueron asesinados por los serbios 8372 varones, niños, adolescentes, mujeres y ancianos bosnios musulmanes con el objetivo de lograr la limpieza étnica de esa pequeña ciudad montañosa en la Región de Vlasenica (este de Bosnia).
Los dos máximos responsables del genocidio de Srebrenica fueron el Presidente de la República Serbia, Radovan Karadžić, y el Comandante en Jefe del ejército serbobosnio, Ratko Mladić, juzgados actualmente por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia por crímenes de guerra.
Se estima que el numero de las mujeres musulmanas bosnias violadas por los serbios y croatas entre 1992 y 1996 alcanzó la cifra de sesenta mil.
Los serbios tuvieron varios campos de concentración conocidos como “campos de violación”. En uno de ellos, el de Foča (en el sureste de Bosnia y Herzegovina, junto al río Drina), entre 1992 y 1996, varios miles de musulmanes de ambos sexos fueron eliminados. Durante su confinamiento en el lugar, numerosas mujeres musulmanas fueron sistemáticamente violadas por los milicianos serbios.
Los serbios también se ensañaron con el patrimonio cultural islámico de Bosnia. Destruyeron numerosas mezquitas, la biblioteca de Sarajevo en 1992 y el puente otomano de Mostar del siglo XVI en 1993 donde tambien aislaron la poblacion y siguieron cometiendo crimenes aberrantes.
Mientras se cometían estas atrocidades, las Naciones Unidas hicieron la vista gorda y prácticamente el estado racista y genocida de Serbia tuvo las manos libres para cometerlas impunemente. Por ejemplo, las Naciones Unidas no hicieron nada para evitar que los serbios sitiaran a Sarajevo, la capital de Bosnia, durante cuarenta y siete meses (abril 1992-febrero 1996).
Por lo menos quince mil personas perecieron y más de sesenta mil resultaron heridas en su gran mayoría civiles musulmanes de todas las edades por causa de la artillería y los francotiradores de los serbios.
Al mismo tiempo, Rusia abasteció de armas de todo tipo al estado de Serbia y con su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU trató de impedir las condenas contra las masacres de los serbios.
Veinte años después, el 8 de julio de 2015, Rusia vetó una vez más en la ONU que se considere genocidio la matanza de Srebrenica.
Hacemos súplicas por las almas de las víctimas de Bosnia y sus familiares y exigimos justicia y condena a los responsables.
«De ella (la tierra) os creamos y a ella os retornaremos y de ella os haremos surgir otra vez.» (El Sagrado Corán, 20:55)
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