Cayó 6% real la recaudación y la presión impositiva cerrará 3 puntos por debajo del 2015

Cayó 6% real la recaudación y la presión impositiva cerrará 3 puntos por debajo del 2015

Complejo panorama fiscal para el 2020

 

En plena búsqueda del equilibrio fiscal impuesta por el FMI, la presión tributaria terminará la gestión Cambiemos con una caída de 3 puntos porcentuales. La baja de la recaudación, que en octubre registró un nuevo episodio del desplome, llevará a una realidad algo anunciada: en 2020 el déficit fiscal seguirá en niveles similares a los del 2015. Y eso incluso tras el fortísimo recorte del gasto público en infraestructura.

En 2019 la recaudación sufrió una fuerte caída. Como muestra, los datos publicados el viernes por Afip, correspondientes a los ingresos tributarios de octubre, registraron una contracción real en torno al 6% respecto al mismo mes del 2018. Un número que no se alejó demasiado de las bajas que se vieron en la previa, especialmente durante el primer trimestre.

Para cumplir con la meta fiscal de los primeros 9 meses, el Ministerio de Hacienda utilizó el método de las privatizaciones, vía venta de centrales térmicas en junio y liquidación acelerada de acciones de empresas que pertenecían al FGS entre junio y septiembre (los ingresos de capital pasaron de $624 M en abril y $195 millones en mayo a $64.572 M en junio, $12.393 M en julio, $11.730 M en agosto y $13.633 M en septiembre). Sin eso el rojo primario habría sido de 0,3% del PBI. Aun así para el 2019 se espera que el déficit fiscal sea de al menos 4,3% del PBI. Para el 2020 según la Fundación Germán Abdala la expectativa es que, sin privatizaciones salvando las papas, el déficit fiscal vuelva al 5,2% del PBI. Nivel similar al 5,1% del 2015.

Panorama complejo para lo fiscal, con el FMI pisando los talones con sus metas que apuntan a superávit primario. La caída en la presión tributaria registrada entre 2015 y 2018 dejaría una ventana abierta para buscar achicar el rojo. La vía impositiva. El investigador del CEPA, Hernán Herrera, desctacó que según la Dirección Nacional de Investigaciones y Análisis Fiscal, sumando provincias y nación, la presión era de 31,45% en 2015 y cayó al 28,46% en 2018. Quitando a las provincias, según Iaraf era de 25,83% en 2015 y de 23,16% en 2018. Pero además el Iaraf se animó a una proyección: cerrará 2019 en 22,71% del PBI.

Herrera dijo a BAE Negocios: "Aumentar impuestos es un camino para ir al equilibrio fiscal. Aunque sin dudas hay que ser precavido en este tema porque hay límites. Y si se los traspasa aparece la deslealtad contributiva. En este contexto, después de una devaluación de 550% y frente a una inflación de 300% en 4 años, es poco serio que se hayan bajado los porcentajes de impuestos a los agroexportadores. Creo que todo el sistema deberá equilibrarse. Sin excesos".

Y, dando una pista de adónde pueden llegar esos márgenes, agregó: "El 2010 y el 2011 fueron años de mucho crecimiento y una presión promedio de 30% del PBI que no lo afectó. En 2018 esa presión estuvo por debajo. Un segundo problema es cómo se recauda ese monto. Recordemos que el impuesto a las ganancias se redujo 1,5 puntos en 4 años, en términos del PBI, mientras que subió el IVA. Un tercer problema es cómo se usan los recursos recaudados. Si es para intereses el derrame sería nulo y creo que el reperfilamiento puede dar margen para una inyección en el gasto público".

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