Catequesis completa del Papa Francisco: Jesús, maestro del anuncio

Catequesis completa del Papa Francisco: Jesús, maestro del anuncio

El Papa Francisco continuó este miércoles 25 de enero con su ciclo de catequesis sobre la evangelización. En esta ocasión destacó 5 aspectos del anuncio de Jesús: alegría, luz, asombro, sanación y liberación.

A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa Francisco sobre el tema “Jesús como maestro del anuncio”:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El miércoles pasado reflexionamos sobre Jesús como modelo del anuncio, sobre su corazón pastoral siempre tendido hacia los demás. Hoy lo contemplamos como maestro del anuncio. Dejémonos guiar por el episodio en el que predica en la sinagoga de su pueblo, Nazaret. Jesús lee un pasaje del profeta Isaías (cf. 61,1-2) y luego sorprende a todos con un "sermón" muy breve, de una sola frase. Dice: "Hoy se ha cumplido esta Escritura que habéis oído" (Lc 4,21). Este fue el sermón de Jesús: 'Hoy se ha cumplido esta Escritura que habéis oído'. Esto significa que para Jesús ese pasaje profético contiene la esencia de lo que quiere decir sobre sí mismo. Por eso, siempre que hablemos de Jesús, debemos remontarnos a ese primer anuncio suyo. Veamos, pues, en qué consiste este primer anuncio. Se pueden identificar cinco elementos esenciales.

El primer elemento es la alegría. Jesús proclama: "El Espíritu del Señor está sobre mí, [...] me ha enviado a dar buenas nuevas a los pobres" (v. 18), es decir, un anuncio de alegría, de gozo. Buena nueva: no se puede hablar de Jesús sin alegría, porque la fe es una maravillosa historia de amor que hay que compartir. Dar testimonio de Jesús, hacer algo por los demás en su nombre, es decir entre las líneas de la vida que uno ha recibido un don tan hermoso que no hay palabras suficientes para expresarlo. En cambio, cuando falta la alegría, el Evangelio no pasa, porque él -lo dice la misma palabra- es buen anuncio, y Evangelio significa buen anuncio, anuncio de alegría. Un cristiano triste puede hablar de cosas bellas, pero todo es en vano si el anuncio que transmite no es alegre. Un pensador dijo: "un cristiano triste es un triste cristiano": no lo olvides.

Pasemos al segundo aspecto: la liberación. Jesús dice que fue enviado "a proclamar la liberación a los cautivos" (ibíd.). Esto significa que el que anuncia a Dios no puede hacer proselitismo, no, no puede presionar a los demás, sino aliviarlos: no imponer cargas, sino aliviar de ellas; traer paz, no traer culpa.

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