Casa Rosada: Con un obispo, rezan la oración para superar la pandemia

Casa Rosada: Con un obispo, rezan la oración para superar la pandemia

Gustavo Béliz junto al obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, y un grupo reducido recitaron en la capilla Cristo Rey la "Oración en tiempos de pandemia", pidiendo amparo contra el coronavirus y los males que trae a las familias, la sociedad y el mundo.

El secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz, participó esta tarde de una breve ceremonia en la capilla de la Casa de Gobierno para rezar la "Oración en tiempos de Pandemia" que difunde la Iglesia católica.

El funcionario nacional estuvo acompañado por un reducido grupo de personas, entre ellas, el jesuita y obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones.

La mencionada oración "en tiempos de pandemia" es una iniciativa de la Iglesia para afrontar "este tiempo de enfermedad, incertidumbre y dolor".

"Te pedimos que nos cuides y protejas del coronavirus y de todos los males que esta pandemia está produciendo en nuestras familias, en nuestra sociedad y en el mundo", dice uno de los párrafos de la plegaria.

A continuación, la oración completa.

Oración en tiempo de Pandemia

Señor Jesús, que “pasaste haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el mal”, acompañanos en este tiempo de enfermedad, incertidumbre y dolor.

Te pedimos que nos cuides y protejas del Coronavirus y de todos los males que esta Pandemia está produciendo en nuestras familias, en nuestra sociedad y en el mundo. Recibí a aquellos que han muerto para que estén descansando a tu lado.

Saná a todos los que están enfermos, consolá a sus familias, para que, en medio de sus preocupaciones y penas, puedan sentir tu paz.

Fortalecé y protegé a los doctores, enfermeras, investigadores y todos los agentes sanitarios que buscan sanar y ayudar a los afectados poniendo en riesgo su vida.

Iluminá a los líderes de todas las naciones para que puedan actuar con amor y un verdadero interés en el bienestar de todos. Danos entrañas de misericordia y un corazón samaritano para transformar este momento de angustia en tiempo de consolación, unión y solidaridad.

Nos abandonamos con toda confianza en tu infinita misericordia.

Virgen de Lujan, Madre de nuestro pueblo: tomanos fuerte de tu mano; sostené nuestra esperanza.

Amén

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