En el camino de preparación a la beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa, la provincia recibió la prestigiosa visita del arzobispo de la Diócesis de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, quien en su paso por Santiago brindó una disertación a los docentes, y además mantuvo una reunión con los sacerdotes y scouts, con quienes habló de la vida y obra de Mama Antula. Su agitada agenda en suelo santiagueño cerró con la celebración de una misa en la Catedral Basílica y una charla abierta al público.

"Fue un día muy lindo de preparación. Hay una predisposición en la Iglesia santiagueña que realmente me admira, y la verdad es que es con razón porque Mama Antula es una hija de esta tierra. Estamos muy contentos. Vine para contagiar mi devoción a la beata", explicó Mons. Poli, quien recordó que fue el papa Francisco quien decidió que el acto de beatificación se realice en Santiago del Estero.

"El Papa tomó la iniciativa de que la beatificación sea justamente aquí, donde ella nació y donde empezó a ejercer un ministerio, un servicio que iluminó a toda la Argentina, principalmente a los porteños, que primero la tratamos muy mal, pero que después nos dimos cuenta de que era una mujer grande, dulce, bella interiormente, una mujer fuerte del evangelio y pasó haciendo el bien a todo el mundo", reflexionó.

Poli adelantó que para la beatificación de Mama Antula, que será en agosto, se contará con la presencia de cardenal Amato, quien ya fue enviado por el Papa para estar en Santiago en esa fecha.

‘La beatificación es un rito que tiene muchos siglos en la Iglesia y el Papa envía al cardenal más importante de las beatificaciones para presidir el momento. Estará en Santiago el cardenal Angelo Amato, quien es actualmente Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Es un honor para todos los argentinos", adelantó.

Poli elogió la vida de María Antonia de Paz y Figueroa y pidió a los sacerdotes imitar su misión.

"Primero, los curas, los obispos tenemos que aprender mucho de ella. Hay un estilo evangélico en ella que nos hace respirar nuevamente el evangelio de Jesús, el evangelio puro. Esta mujer que fue olvidada durante tanto tiempo, vivió en el siglo XX para mostrar su virtud, y la Iglesia la puso en los altares para que miremos e imitemos su misión. Hay mucha virtud en esta persona. Creo que con ella, hay que volver a las raíces. Los argentinos no debemos renegar de nuestra fe. Hay que volver a la familia, a la gauchada, al honor de la palabra, a la honestidad, al bien común", pidió el cardenal.