El Cardenal Hummes reconoce resistencia ante el Sínodo

El Cardenal Hummes reconoce resistencia ante el Sínodo

El presidente de la REPAM admitió “la existencia de grupos organizados que se oponen" a la reunión de obispos, aunque aseguró que "la gran mayoría está muy feliz”. Y agregó que la Iglesia sabe "que cuidar de la casa común forma parte de nuestra fe”.

El encuentro de los obispos de la Amazonía brasileña está sirviendo para dar a conocer cómo va avanzando el proceso sinodal. Esta reunión tiene lugar en un local de particular importancia dentro de este proceso, como resaltaba el arzobispo de Belém, monseñor Alberto Taveira, anfitrión del encuentro, quien recordaba que fue en este mismo local donde, tras una reunión de obispos de la Amazonía brasileña, en 2016, fue escrita una carta al Papa Francisco pidiendo reflexionar sobre algunos aspectos de la realidad de la Iglesia en la región.

En rueda prensa, el arzobispo local junto con el Cardenal Claudio Hummes, presidente de la Red Eclesial Pan Amazónica – REPAM, y relator del Sínodo para la Amazonía, junto con monseñor Walmor Oliveira de Azevedo, presidente de la Conferencia de los Obispos de Brasil – CNBB, han respondido a las cuestiones relacionadas con el Sínodo y la vida de la Iglesia católica en la Amazonía.

La razón del Sínodo está “dentro del contexto de la grave crisis climática y ecológica por la que pasa nuestro planeta actualmente, según gran consenso de los científicos”, que nos lleva a decir que el planeta está amenazado y llegar a una situación fatal, como reconocía el cardenal Hummes, algo que aparece en la encíclica Laudato Sí, donde el Papa Francisco se pregunta por el futuro de las generaciones más jóvenes, que no se pueden ver abocados a no tener futuro. En ese contexto la Amazonía se presenta como espacio fundamental para la salud y la sostenibilidad del Planeta, lo que demuestra la importancia de la Amazonía, que encierra una gran biodiversidad.

Esta situación reclama “un gran empeño por parte de la comunidad internacional, de los responsables por los destinos”, según el presidente de la REPAM, a pesar de que “hay personas que no están de acuerdo con todo eso”. Por eso la convocatoria del Sínodo supone una llamada a la Iglesia de la Amazonía a encender luces, a promover el diálogo, ese caminar juntos, a responsabilizarse juntos, respetando las diferencias, insiste el cardenal brasileño, quien insiste en que “hoy la Iglesia tiene conciencia clara de que cuidar de la casa común, forma parte de nuestra fe, es una consecuencia de nuestra fe”, algo en lo insistió el Papa en Puerto Maldonado al señalar que probablemente la Amazonía y los pueblos originarios nunca estuvieron tan amenazados como ahora.

La comprensión, acompañamiento y apoyo de toda la Iglesia de Brasil al Sínodo para la Amazonía es algo fundamental, que reclama comunión, sintonía y oración, reconocía monseñor Walmor Oliveira de Azevedo, una actitud de la que le gustaría que participase toda la sociedad civil, incluidos los organismos gubernamentales. El arzobispo de Belo Horizonte ve la convocatoria del Sínodo como un don, un enorme regalo, una oportunidad para todos, algo que debe ser trabajado para superar incomprensiones. Conocer y escuchar a la Amazonía nos da lecciones muy importantes para todo Brasil y para el mundo, insistía el arzobispo.

Al hablar de los nuevos caminos para la Iglesia, el presidente de la CNBB insistía en que se deben concretar en la evangelización, pues “la Iglesia existe para evangelizar”, algo que “nos compromete con la vida, con su defensa y promoción”, para así “trabajar por aquellos que viven en la pobreza, que son injusticiados”, algo que puede ser aplicado al campo de la ecología integral y a la necesidad de cuidar de la casa común.  

Ante ciertas polémicas en torno al Sínodo tanto el cardenal Hummes como el presidente de la CNBB han dejado claro que todo lo que promueve la Iglesia es dentro de la soberanía nacional, que la Iglesia promueve e defiende, sin que eso sea impedimento para que la comunidad internacional ayude a cada país a cuidar de su Amazonía como una forma de vida para el bien de toda la humanidad. De hecho, el Presidente de la REPAM insiste en que la Iglesia forma parte de cada país, no es algo aislado y tiene que ayudar a cada país a cuidar de la Amazonía.

El Sínodo es algo que envuelve a todos, ha insistido el cardenal Hummes, algo que se ha manifestado desde el proceso de escucha, con un gran número de participantes y que dio lugar al Instrumento de Trabajo y que debe permanecer durante la asamblea sinodal y posteriormente, pues debe haber un trabajo junto con la gente para históricamente construir esos nuevos caminos que pretende el Sínodo para la Amazonía. El hecho de que este Sínodo sea en Roma va a ayudar a irradiar, según Monseñor Walmor, y recoger aportaciones de todo el mundo, aunque la mayoría de los participantes sean de la Pan Amazonía.

Ante las preguntas de los periodistas, el cardenal Hummes reconoce resistencias ante la celebración del Sínodo para la Amazonía, inclusive “la existencia de grupos organizados que se oponen a la celebración de este Sínodo, pero la gran mayoría está muy feliz”. En ese sentido, los incendios de las últimas semanas y sus consecuencias han centrado las miradas en la Amazonía. Remitiéndose a la Laudato Si, se insistía en la presión de la sociedad civil a los gobiernos para revertir la crisis climática. En ese sentido, la Iglesia siempre ha estado abierta al diálogo con el gobierno brasileño para esclarecer los malentendidos sobre lo que eventualmente podría suceder en relación con el Sínodo. En esa perspectiva, monseñor Taveira, decía que la fuerza de “la Iglesia es la autoridad moral, nosotros no tenemos ejércitos, no tenemos poder económico para presionar, pero tenemos las razones de nuestra propia fe que queremos ofrecer”.

Ante las presiones de ciertos grupos conservadores de dentro de la Iglesia, el presidente de la CNBB hacía una llamada a la comunión como instrumento que ayude a que las diferencias se superen. Los nuevos caminos que busca el Sínodo nunca van a ir contra el fundamento de la Iglesia, que es Jesucristo, cimiento desde donde la Iglesia dialoga y continúa buscando nuevas respuestas, pues el fundamento es inmutable, pero siempre se está renovando. No tiene ningún sentido que ningún grupo de Iglesia ataque el Sínodo o cualquier otra perspectiva, pues siempre está garantizada la fidelidad.

Uno de los desafíos para la Iglesia es mostrar la vida de la Iglesia de la Amazonía, algo que en el Sínodo deben llevar a cabo los obispos de la Amazonía, como reconocía el cardenal Hummes, mostrando su realidad, historia y todo lo que de positivo se ha llevado a cabo, así como los sueños, aspiraciones, gritos, clamores y sufrimientos de sus comunidades. En ese sentido, el presidente de la CNBB reconocía que la Iglesia católica necesita trabajar una comunicación más estratégica, no para hacer propaganda, sino para reconocer experiencias de vida, de compromiso, de presencia evangelizadora que muchas veces no se conocen ni dentro de la propia Iglesia. Es importante, en ese sentido, insistía el arzobispo de Belo Horizonte, una comunicación no sólo informativa, sino también formativa mostrando las opciones y trabajos de la propia Iglesia.

Al hablar sobre las mujeres, que el Instrumento de Trabajo insiste en la necesidad de un mayor reconocimiento, el Presidente del episcopado brasileño, afirmaba la necesidad de una Iglesia basada en la ministerialidad, dando cada vez más fuerza a las mujeres, que ya llevan a cabo ese trabajo, dando una fuerza efectiva. El cardenal Hummes recordaba que el proceso de escucha ha llamado la atención sobre la necesidad de reconocer expresamente el trabajo que ya viene siendo llevado a cabo por las mujeres, que tienen un gran papel en muchas comunidades donde los sacerdotes no llegan. De hecho, en la Amazonía la gran mayoría de las comunidades son dirigidas por mujeres, enfatizaba el cardenal, por lo que hay que buscar cómo reconocer eso y dar una institucionalización más clara, que dé una base para las mujeres que están dirigiendo esas comunidades, sobre todo en las comunidades más distantes y en la periferias de las ciudades.

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