Arroyo dejó de ser algo descartable para la gobernadora Vidal. Los últimos acontecimientos económicos generaron un fuerte impacto en la imagen del gobierno nacional y provincial y por ello pensando en 2019 todos los votos que se puedan juntar serán bienvenidos.

 

Este cambio de estrategia de Vidal y acercamiento hacia el intendente se comenzó a percibir hace algunas semanas cuando Carlos Arroyo fue invitado, junto a otros intendentes, a participar de una reunión ampliada de gabinete.

 

Luego durante el festejo por el Día de la Bandera que se realizó en el estadio Polideportivo estuvieron junto al jefe comunal el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Manuel Mosca, y varios legisladores de Cambiemos.

 

Hoy se dio un tercer acontecimiento. Durante la apertura de la Semana Social de la Iglesia, Vidal se mostró junto al intendente Arroyo y además hubo una foto. Algo impensado meses atrás cuando el intendente era permanentemente ninguneado por la mandataria provincial.

 

Los tiempos han cambiado, Vidal piensa en 2019, en la crisis financiera que no mejora y en los votos para poder ganar las elecciones del año próximo. Más allá que la imagen del jefe comunal se encuentra por el piso producto de una muy mala gestión al frente del municipio, se sabe que igualmente arrastra votos y eso necesita Cambiemos. Cambia, todo cambia en política. Arroyo lo sabe y lo disfruta con una sonrisa.