En los primeros nueve meses del año, su presencia en la Ciudad Eterna creció un 66,49% con respecto a 2012
Las banderas argentinas, las camisetas de la selección -y las de San Lorenzo, equipo del que es hincha Jorge Bergoglio- son una constante los domingos, cuando el Papa se asoma a la ventana del despacho del Palacio Apostólico para el Angelus, o los miércoles, cuando hay audiencia general.
Y cuando el Pontífice habla en español para saludar a los fieles de esa lengua y menciona a sus compatriotas, estalla un grito de júbilo en la Plaza San Pedro.
Pero, ayer, datos del Ente Bilateral del Turismo de la región del Lazio cuantificaron en cifras concretas ese impresionante y evidente aumento de argentinos, que forma parte del efecto que genera Francisco, que hace que sea normal que cada miércoles lleguen alrededor de 100.000 fieles de todo el mundo al Vaticano.
En los primeros nueve meses del año, de hecho, los argentinos fueron los turistas más presentes en esta capital, con un aumento del 66,49% con respecto al mismo período de 2012, según publicó el diario La Repubblica.
Gracias al "efecto Francisco" hubo un boom de turismo en Roma, liderado por los argentinos, primeros en el ranking, y por latinoamericanos en general, con un aumento del 19,1% con respecto al año último.
En este marco, mientras que muchos europeos -como franceses y alemanes-, así como japoneses y chinos prefieren alojarse en el corazón de la Ciudad Eterna, quienes llegan desde América latina, quizá por un tema de bolsillo, eligen estructuras de la periferia. En ese sentido, hubo un 27,59% de personas más originarias de América del Sur que eligieron dormir en hoteles fuera de la ciudad y, sólo de la Argentina, un impresionante 147,13 por ciento.
"Seguramente estamos acá por el «efecto Pancho», como lo llamamos nosotros, porque vinimos para verlo a él, pero también por el «efecto tarjeta»", confió a LA NACION un porteño que prefirió no dar su nombre, mientras paseaba ayer en la Plaza del Pantheon sacando fotos junto a su familia.
Este argentino viajó especialmente para participar del encuentro de familias que habrá hoy con el Papa en la Plaza San Pedro, en el marco de la Jornada de la Familia, evento enmarcado en el Año de la Fe y de la misa del domingo.
"La buena noticia de la familia es una parte muy importante de la evangelización", subrayó ayer Francisco, al recibir en audiencia a los participantes a la Plenaria del Pontificio Consejo de la Familia.
El Papa, que recordó que la familia se funda en el matrimonio, también subrayó la importancia de que la Iglesia acompañe "a las familias en dificultad, a las que están obligadas a dejar su tierra, que son partidas, que no tienen casa o trabajo, o que sufren por diversos motivos".
Y mencionó, además, "a los cónyuges en crisis y a los que ya están separados: de todos ellos queremos estar cerca con el anuncio de este Evangelio de la familia, de esta belleza de la familia", dijo Francisco.
PAROLIN, FUERA DE RIESGO
En otro orden, vista la preocupación por la salud del nuevo secretario de Estado, Piero Parolin -que fue sometido a una intervención quirúrgica del hígado y no pudo asumir el 15 de octubre pasado, cuando dejó su cargo el cardenal Tarcisio Bertone-, el Vaticano salió ayer a calmar las aguas.
Pese al silencio que hubo hasta ahora, el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, anunció que Parolin fue dado de alta del hospital de Padua, donde estuvo internado, y señaló que "todo salió bien".
Sin embargo, no pudo precisar cuándo Parolin, un hábil diplomático de 58 años, que fue nuncio en Venezuela durante cinco años y que ahora deberá ayudar a Francisco en sus impulsos reformadores, volverá al Vaticano.
"En los próximos días se quedará en el Véneto [norte de Italia] para un oportuno tiempo de reposo y convalecencia, de modo de poder asumir plenamente restablecido sus nuevas responsabilidades", dijo Lombardi. El vocero vaticano contó que habló directamente con el flamante secretario de Estado, que agradeció al Papa ante todo por su "comprensión, atención y cercanía" y a todos aquellos que estuvieron cerca y rezaron por él.
Parolin "espera poder pronto asumir sus nuevas responsabilidades, que el Papa quiso encomendarle", dijo Lombardi, al dejar en claro que todavía habrá que esperar para que se efectivice el tan ansiado cambio de "ministro del Interior" en el Vaticano.
VISITA DE OBIANG AL VATICANO
El papa Francisco recibió ayer en audiencia al polémico presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, en el poder desde hace 34 años, en un encuentro en el que hablaron sobre la situación del país africano y en el que ratificaron un acuerdo que define las relaciones entre Iglesia y Estado.
La reunión transcurrió en "una atmósfera de cordialidad" y sirvió para debatir sobre varios temas, entre ellos, el aporte de la Iglesia en el desarrollo de Guinea Ecuatorial, en especial en el terreno de la educación y la asistencia "para mejorar el nivel de vida de la población", informó la Santa Sede.
Obiang está acusado por sus detractores de violaciones de los derechos humanos en su país.
Comentá la nota