La 2da Bienal de Arte Contemporáneo Judío

La 2da Bienal de Arte Contemporáneo Judío

En Jerusalén se presenta la segunda Bienal de Arte Contemporáneo Judío en la que exponen su trabajo cerca de 200 artistas profesionales israelíes e internacionales en 10 exposiciones distribuidas en siete lugares céntricos. Las aperturas se realizan en estos sitios cada uno por separado.

Las exposiciones se hallan en: el Museo Torre de David, la Tajaná Harishoná (Primera Estación, Heichal Shlomo de la calle King George, el Instituto Van Leer (Edificio Polonsky) en el Centro de Ajim Hasid de Emek Refai’m, en el Colegio Hebreo Unión College de la calle Rey David, en el Centro de Patrimonio Judío Mundial del norte de África.

Se cuenta con la colaboración de importantes instituciones como el Museo Tierras de la Biblia, (Museo Artzot Hamikrá) el Instituto Shechter y la Galería Hamiklat. Se pueden visitar hasta el 5 de noviembre. La entrada es de 45 shékels.

 

Esta segunda edición de la Bienal de Jerusalén se realiza teniendo en cuenta el gran éxito de la primera en 2013 que tiene como objetivo “continuar explorando los lugares donde el arte contemporáneo se encuentra con el contenido del mundo judío”. Los curadores y artistas participantes ofrecen diferentes enfoques que abarcan todo el amplio tema de la identidad judía, tanto secular como ultraortodoxa e incluyen en el grupo a artistas no judíos. Los mismos se reúnen en el marco de la Bienal para dar su propia interpretación del arte judío contemporáneo.

Seis exposiciones son de grupos y curadores con sede en Jerusalén, incluyendo a artistas israelíes conocidos tales como Sigalit Landau, Motti Mizrahi, Dov Abramson, Maya Zack entre otros. También hay una exposición homenaje especial por artistas del Bezalel en memoria del difunto Zelig Segal.

El Museo de la Torre de David acoge la exposición principal de la “Bienal 2105”, titulada “Jerusalem.Passages” en la que se exhiben cinco proyectos a gran escala creados por cinco artistas israelíes e internacionales. Entre ellos encontramos al artista de video brasilero, Pablo Lobato, que ha creado una instalación específica para el lugar en que se expone, que desafía los sentidos visuales y de audio para reflexionar sobre las complejas y múltiples facetas de Jerusalén y se relaciona con una visita realizada a la ciudad por el artista y su técnico de sonido durante la pascua y muestra la intensidad de la Semana Santa.

En esta bienal además de Lobato, participan numerosos artistas latinos. En “Transparente Opaco” comisariada por Avital Naor Wexler junto a los israelíes y de otros países exponen Elisa Pritzker, oriunda de Buenos Aires, que vive en Nueva York. Aldana Ronit Kac, Martina Grounauer y Nir Artzi de Buenos Aires, Carolina Bonfil, argentina, que vive en Israel hace 3 años, Lucas Jalowski de Córdoba. El artista Noaj Sauer, de Buenos Aires, originalmente se llamaba Nicolás Barrientos, criado en una familia mixta católica y judía y tras convertirse en judío religioso en su juventud se radicó en Jerusalén y adoptó el nombre hebreo y el apellido de su madre. Desde 1998, ha trabajado como fotógrafo y diseñador gráfico, para luego dedicarse a la pintura habiendo expuesto en numerosos países.

(Foto 3: “Betsabe” de Verónica Gómez). “El Árbol de la Creación: Soy un árbol de la vida” es una muestra que va desde Barcelona a Jerusalén, una colaboración multidisciplinaria de cinco artistas catalanes del grupo Mozaika, que explora las maneras de liberar de la historia al arte judía, la literatura, la música, la religión y la filosofía para que tomen formas las nuevas conexiones y sinergias.

“Siempre ha sido el libro” es la exposición con obras de 22 artistas argentinos judíos y no judíos, en referencia a las 22 letras del alfabeto hebreo. El medio principal de la exposición es el libro de cada artista, acompañado de videoarte. Participan: Liliana Livneh, Mónica Gómez, entre otros y la curadora es Pellusa Borthwick, que para la muestra llegó a Israel con cuatro de los artistas.

En esta muestra se expone también la obra “Cuatro Madres” de la famosa artista argentina israelí Liliana Livneh, quien nos informa que se trata de “un libro de madera con las cuatro madres-cariátides del Libro ancestral, pero que también podrían representar a toda mujer bíblica, mitológica, histórica mágica o real que sea pilar y fuente de creación, sea esta creación de una historia, de un mito, de un pueblo o de un hijo. Por lo tanto podrían ser las cuatro madres Sara, Rebeca, Leah, Rajel, y también, Eva, Antígona, María, Juana de Arco, Afrodita, Diotima Isis, Safo la lista es infinita y así se puede ver que se unen las culturas a través de sus pilares”.

Comentá la nota