Y Bergoglio invitó a sus sacerdotes… a irse

Y Bergoglio invitó a sus sacerdotes… a irse

Hace 10 años el Papa publicaba una carta que no dejó indiferente a nadie

 

Se cumplen diez años de una carta en la que el entonces Arzobispo de Buenos Aires cardenal Jorge Bergoglio invitaba a sus sacerdotes a salir a cubrir necesidades pastorales en otras partes del país. Con motivo de la solemnidad de Pentecostés del año 2009 el Obispo escribió entonces unas ideas en torno a “la dispersión de los Apóstoles después de recibir el Espíritu Santo”.

 

“Los Apóstoles finalmente fueron fieles y se dejaron conducir por el Espíritu Santo a todas partes, leyendo los signos de Dios en las circunstancias más diversas; basta recorrer con atención el libro de los Hechos”, les escribía a los sacerdotes de la arquidiócesis primada antes de compartirles la tristeza de haber conocido días antes, de boca de sus hermanos obispos de otras diócesis, la falta de sacerdotes en varias partes del país.

“Escuchando sus exposiciones, conversando sobre la realidad de sus respectivas Diócesis, caí en la cuenta, una vez más, de tantas dificultades que nosotros aquí en la Capital no conocemos. La principal: la falta de sacerdotes para atender a las comunidades. Diócesis extensas con sólo el 10 o 15% de presbíteros que la nuestra”, compartía el cardenal Bergoglio, quien además les enumeró las necesidades concretas de la diócesis patagónica de Comodoro Rivadavia, en la que los sacerdotes responsables de comunidades tenían más de 80 años, conducían varias parroquias a la vez, o simplemente, no había sacerdotes para la atención de varios pueblos.

Al compartir la reflexión, el Cardenal Bergoglio les pidió que “tomen en cuenta este ‘Signo de los tiempos’ de nuestra Patria. El Señor nos une en un Cuerpo y —de alguna manera- nos toca también la preocupación por todas las Iglesias. Quisiera pedirles con sencillez y buen espíritu, que cada uno de Ustedes deje crecer la generosidad apostólica y, con amor de discípulo, se anime a preguntarle al Señor: ‘¿qué querés que haga?’”.

Al cerrar la carta, el hoy Papa Francisco les pidió perdón a sus sacerdotes por “esta intromisión en la vida de cada uno”, “pero tengan la certeza de que lo hago desde el corazón ‘movido’ durante esta semana pasada y con deseo de servir a la Iglesia”.

Ese año, 2009, se cumplían 150 años del fallecimiento del santo Cura de Ars, y la Iglesia en todo el mundo celebraba un año santo sacerdotal y las iglesias locales trabajaban y rezaban para que surjan más y santas vocaciones sacerdotales. Ese año, después de la carta de Pentecostés, Buenos Aires mandaría al menos cinco presbíteros de Buenos Aires a atender comunidades de otras diócesis.

 

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