Benedicto XVI será el “Papa emérito” y vestirá una sotana blanca

Benedicto XVI será el “Papa emérito” y vestirá una sotana blanca
Es el recurso que halló el Vaticano para que se diferencie de su sucesor en San Pedro.

A medida que se diluía la conmoción que causó la renuncia de Benedicto XVI, en el Vaticano comenzó a crecer la preocupación por evitar un conflicto derivado de tener conviviendo en el mismo lugar –por primera vez en 700 años– al ex Papa y a su reemplazante.

Un tema de intranquilidad era el título que llevaría Joseph Ratzinger y cómo se vestiría para diferenciarse de su sucesor, pero conservando su jerarquía. Ambas cuestiones fueron resueltas. Se lo llamará “Papa Emérito” o “Pontífice Romano Emérito”, y conservará la fórmula “Su Santidad”. Se vestirá con sotana blanca, pero ya no llevará los tradicionales zapatos rojos.

El vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, fue el encargado de dar los detalles. Después de especificar el nuevo título de Ratzinger, se refirió al calzado. “Al Papa le gustaron mucho los zapatos que le regalaron los artesanos de León, en México, y continuará llevándolos”, contó el cardenal. Se trata de unos zapatos de color marrón rojizo hechos a mano.

Con respecto al vestuario estaba claro que Benedicto XVI, de 85 años, no podía llevar una sotana negra como un sacerdote tradicional, pero tampoco podía seguir con la indumentaria papal. En este caso se optó por “una vestidura talar blanca simple”, explicó Lombardi, un color normalmente reservado para los papas. Claro que sobre ella no utilizará la esclavina, la capa corta que suelen llevar los pontífices. Tras su renuncia, y como estaba previsto desde un primer momento, Ratzinger también dejará de llevar el anillo del pescador de oro macizo en el cual está grabado su nombre en latín.

Las cuestiones formales de esta inédita convivencia papal, que tantas incomodidades generan para las estrictas normas vaticanas, se tuvieron que resolver rápidamente, antes de la elección del próximo Pontífice. Mientras tanto, Benedicto XVI, según Lombardi, se encuentra ordenando los papeles en sus aposentos, que dejará definitivamente antes del fin de semana. También se prepara, rezando, para la audiencia general que tendrá lugar hoy. Será su última aparición pública antes de que se haga oficial su renuncia.

El Vaticano repartió 50.000 entradas reservadas para participar en esta audiencia, pero se espera la llegada de miles de personas a la Plaza de San Pedro, donde el Papa hablará desde una tarima. El encuentro semanal del Papa con los feligreses respetará la forma habitual, aunque esta vez Ratzinger “podría dar una vuelta más larga de lo normal con su papamóvil”, adelantó Lombardi.

Sin embargo, no habrá el tradicional besamanos, en el que algunas personas tienen el privilegio de besar el anillo del pescador. “El Santo Padre es consciente de que todo el mundo le querrá saludar y por eso no quiere que haya diferencias”, agregó el vocero. Luego habrá una breve audiencia en la Sala Clementina con algunas personalidades.

Mañana temprano, en el palacio pontifical, el cardenal decano Angelo Sodano hará un pequeño discurso de despedida y todos los cardenales podrán decir adiós al Papa. Por la tarde, en el patio San Damaso, le saludará un destacamento de la Guardia Suiza, el cuerpo militar encargado de la seguridad del Vaticano. A las 16 tiene previsto viajar a Castel Gandolfo, la residencia de verano de los papas donde vivirá dos meses antes de instalarse en un monasterio dentro del Vaticano. En Castel Gandolfo el Papa saludará desde el balcón a los fieles en la que será su última aparición como jefe de la Iglesia.

A las ocho en punto, un pequeño destacamento de la Guardia Suiza cerrará la puerta y pondrá fin a su servicio de vigilancia exclusiva del Papa, pero la fuerza continuará velando por la seguridad de “Su Santidad, Papa Emérito”.

Un día después de su renuncia, el viernes, el cardenal decano Angelo Sodano invitará a los cardenales electores –115 por el momento– a las congregaciones previas al cónclave. Estas congregaciones son las reuniones previas en las que los cardenales empiezan a definir el perfil del nuevo Papa y que podrían empezar el lunes 4 de marzo.

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