El subsecretario de Energía, Federico Basualdo, se niega a dejar el cargo pese al pedido de Santiago Cafiero y Darío Martínez para modificar la política de tarifas y deja a Martín Guzmán en una situación delicada.

Basualdo, que reporta al kirchnerismo, no cumplió con el pedido del ministro de Economía de hacer un ajuste progresivo en los precios. 

Guzmán quería hacer un ajuste segmentado de las tarifas y le pidió que Basualdo lo encarara de una manera en la que no alterara el equilibrio de la coalición gobernante,  ya que este es el tema que más división genera con Cristina Kirchner. 

El ministro consideró que Basualdo había fallado en ese plan y por eso este viernes trascendió que el jefe de gabinete y el secretario de Energía habían echado al subsecretario. 

Pero el kirchnerismo desmintió la renuncia y asegura que nunca hubo un pedido, al que vinculan a una "operación" de Guzmán. Además aseguraron que el aumento será de una sola vez y del 8%, no del 9% a la espera de otro aumento para los meses venideros.

Esto significó una fuerte desautorización a Guzmán, que no quiere ser la cara de un déficit creciente. Si las tarifas siguen congeladas, puede tener otro punto del PBI de déficit. Y si bien logró que aumente el gas el mes que viene, todavía no pudo ganarle al kirchnerismo la pulseada por la electricidad. 

El ministro de Economía no sólo puso mucho en juego en torcer el brazo de Cristina con las tarifas, sino también recibió un tirón de orejas en la Rosada por el affaire Basualdo. Si bien comparten con él en que van a cambiar al funcionario por una cuestión técnica, no estuvieron de acuerdo en la manera en la que se filtró la salida. 

"Somos una coalición de gobierno, no podemos echar funcionarios desde los medios", dijeron a LPO en el Gobierno. Ese fue el reto que recibió Guzmán, que quedó desautorizado, aunque la salida de Basualdo se dará más temprano que tarde, según fuentes de la Rosada.