Sin barbijo ni distanciamiento se volvió a reunir el grupo que impulsa a Berni de candidato

La denominada "Mesa Política y sindical Berni es el camino" se volvió a reunir esta semana para terminar de definir su participación en la celebración del día de la lealtad peronista el próximo 17 de octubre, aunque en esta oportunidad la reunión fue presencial y se difundieron imágenes que muestran claramente que no se respetaron ninguno de los protocolos de seguridad.

 

El espacio se recuesta sobre la Subsecretaria de Coordinación Territorial, a cargo de Alejandro Arrúa, e integrada por varios de los referentes de la mesa que no tienen problemas en admitir que esa dependencia fue creada con el único objetivo de impulsar la campaña del ministro de Seguridad, Sergio Berni, de cara a las próximas elecciones.

Las imágenes que acompañan esta nota, y que evidencian el poco respecto a los protocolos de seguridad sanitaria entre los seguidores de Berni, fueron difundidas por Jorge Tuzzio, un dirigente de San Isidro que en 2015 fue candidato por fuera del peronismo y actualmente es uno de los principales alfiles del ministro en su armado político.

El resto de los dirigentes que conforman la mesa son básicamente "heridos" de otros espacios, como Mario Chueco, que abandonó el partido Fe del fallecido Gerónimo "Momo" Venegas, para sumarse a las filas del ministro de la mano de Arrua.

El resto de los "referentes" forman parte de una especie de pyme electoral, que tiene terminales en el ministerio de Seguridad y la Cámara de Senadores, a través del despacho de Agustina Propato, legisladora de la segunda sección y esposa de Berni, que se encarga entre otras cosas de garantizar jugosos contratos para los hijos de algunos de los que integran el armado del ministro.

La coordinación general de toda la estrategia recae sobre el díscolo Mario Baudry, todavía apuntado por un escándalo de abuso de autoridad para hacer zafar a su novia Verónica Ojeda de un control policial, y resistido por los intendentes peronistas, con quienes supo enemistarse cuando los extorsionaba desde la dirección de la Revista La Tecla.

El armado tiene su par radical con Marcelo Montero, director de Seguridad del ministerio y ex vicepresidente de la UCR porteña, que pretende convertirse en candidato a intendente de Pilar para disputarle el sillón a Federico Achaval en el 2023.

En definitiva, Berni se encuentra rodeado de una suerte de esperpento político, nutrido por dirigentes heridos y fracasados de otros espacios, que se acercaron más bien para garantizarse un trabajo que para proyectarse políticamente, aunque al ministro le sirven para instalarse territorialmente de cara al año que viene.

Para el 17 de octubre el funcionario espera hacer una presentación en sociedad de la agrupación que va a impulsar su candidatura y dar de esa manera una muestra de fuerzas más allá de la presencia mediática que Berni tiene garantizada.

En el ejecutivo la decisión con el más polémico de sus ministros es "dejarlo hacer" y esperar hasta 2021, para que arrastre a por lo menos una parte de los votos de la derecha peronista que se podrían ir a Juntos por el Cambio, lo que además sería la manera decorosa de sacarse de encima a Berni.

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