"Este desborde y este avasallamiento de la niñez y la adolescencia son síntomas de que algo está pasando en nuestra sociedad. Si somos capaces de reconocer estos males, seremos capaces de buscarles soluciones. Pero ciertamente que es un síntoma de que las cosas no están bien. Estamos viendo que tanto Santiago del Estero como en todas partes, la sociedad está enferma, muy propensa a desbordes, a agresiones a violencia", manifestó el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero.

Asimismo sostuvo que todos los problemas que hoy se manifiestan en la sociedad, son frutos del desmembramiento de las familias, y de la marginación que sufren muchos.

"Los abusos de niños y adolescentes son síntomas también de lo que está pasando en nuestras familias, fruto muchas veces de la marginación, de la falta de cuidado, de la promiscuidad que puede haber en muchos lugares o de ciertas cosas que se están viviendo hoy en día", sostuvo.

En relación a este tema, aseguró que también influyen en esta situación, las redes sociales y su mala implementación.

"Las redes sociales también pueden ser una trampa en esta situación. Si no sabemos aprovecharla bien, motivan a este desborde. El tema es estar muy atentos y descubrir en donde está el peligro y cuáles son las problemáticas para solucionarlas conjuntamente, porque encontrar la solución a los problemas es una tarea de todos. Hay que tratarlos desde las distintas disciplinas para llegar a un buen resultado", ahondó.

Finalmente explicó que "hay que ayudar a todos, a las víctimas por un lado, y después sanar a aquellos que cometieron el error".