En la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que se realizó del 11 al 15 de abril en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar, los obispos integrantes de la Comisión Episcopal de Liturgia presentaron un informe sobre la tarea que vienen realizando, desde hace algunos años, en la reedición del libro de la Liturgia de las Horas. 

La comisión explicó que la edición se encuentra en las fases finales de corrección para solicitar su aprobación definitiva a la Santa Sede, a través de la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, para la impresión. 

El obispo de Río Gallegos e integrante de la Comisión Episcopal de Liturgia, monseñor Miguel Angel D'Annibale, explicó que esta oración se realiza con un libro que antes se llamaba Breviario y que, así como tenemos el Misal o el Ritual de los Sacramentos, está en constante adecuación. 

“Estamos haciendo un trabajo muy importante en la Argentina para llevarlo a la oración como habitualmente la tenemos”, aseguró. Entre algunas de las modificaciones mencionó el cambio del “vosotros” al “ustedes”; el enriquecimiento de los salmos con traducciones más adecuadas (respetando el texto pero mejorando el modo y la recitación para el canto); y –especialmente para quienes celebran habitualmente el Oficio de Lecturas- la incorporación de un nuevo ciclo de la segunda lectura hagiográfica. 

Además, el trabajo de actualización incluyó pasar todo lo que es Palabra de Dios a la traducción del Libro del Pueblo de Dios, que es la que leemos habitualmente en las misas y sacramentos. 

También, el prelado explicó que “se enriquece todo el tema de los himnos, muchos de los cuales son difíciles o complicados. Lo mismo sucede con las preces, las oraciones de los fieles, también se las ha enriquecido porque muchas veces se remitía a un mismo formulario y eso hacía un poco tedioso para quienes habitualmente celebran”. 

Monseñor D'Annibale consideró que “estamos en un proceso muy interesante, es una obra inmensa, muy rica y de trabajo intenso que la Comisión Episcopal de Liturgia viene haciendo con miembros anteriores y nos toca ahora recibir este trabajo, continuarlo y ver si lo podemos concluir en el transcurso del tiempo más corto posible”. Y explicó que será digitalizada “para que sea lo más accesible posible”. 

Respecto al tiempo que necesitará este proceso, el obispo informó que la aprobación de este tipo de libros tiene que estar hecha por los dos tercios de los miembros presentes de una Asamblea Plenaria. Cada obispo para aprobar algo tiene que mirarlo o por lo menos tener un gesto de confianza respecto al trabajo que se hizo. 

“El trabajo ya está terminado. Son 14.500 páginas. En este momento estamos en la etapa de corrección final”, afirmó y explicó que ahora está en manos de cuatro obispos correctores para que hagan las apreciaciones que consideren necesarias para incorporar a la versión final que se enviará al resto de los obispos. 

“Esperemos que de ahora a noviembre podamos hacerlo. Y si es en noviembre, o a más tardar en abril del año que viene, podamos tener esta votación -y ojalá aprobación definitiva del Episcopado- para luego dar el último paso, que es llevar todo este material a Roma porque la Santa Sede, a través de la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, es la que da la aprobación definitiva para la impresión”, expresó. 

La nueva edición de la Liturgia de las Horas para la Argentina se editará en seis volúmenes y tendrá también una edición digital para dispositivos electrónicos. 

La Liturgia de las Horas 

“La Liturgia de las Horas es la oración que la Iglesia tiene de manera oficial en su forma de dirigirse al Señor. Es una oración que viene casi del nacimiento propio de la lglesia, compartiendo la idea de que Cristo vive en aquel que ora y es aquel a quien también le rezamos”, explicó monseñor Miguel Ángel D'Annibale, obispo de Río Gallegos e integrante de la Comisión Episcopal de Liturgia. 

Asimismo, expresó que “la liturgia es la actualización constante y continua del misterio pascual de Cristo, pero en vez de ser en la clave de los sacramentos, como la Eucaristía o el Bautismo, lo es en el transcurrir de las horas del día, en lo cotidiano que estamos viviendo”. 

“Los monjes y monjas, especialmente los contemplativos, lo hacen como un camino propio en su espiritualidad. Las hermanas, religiosos, obispos, sacerdotes y diáconos también tenemos esta obligación de ir celebrando en las horas del día esta liturgia”, afirmó y aseguró que todo el pueblo de Dios está invitado, en la medida que conozca este modo, a celebrar la liturgia de las horas. 

“El sentido es que en los momentos más fuertes del día, especialmente en el amanecer y atardecer, se pueda elevar la oración a Dios para consagrarle y ofrecerle ese momento con todas sus situaciones y lo que uno vive”, comentó el obispo.