El arzobispo de La Plata en los festejos anuales de la comunidad boliviana

El arzobispo de La Plata en los festejos anuales de la comunidad boliviana

Monseñor Fernández acompañó a la comunidad boliviana en sus celebraciones a la Virgen de Copacabana y a la Virgen de Urcupiña.

 

 

En el marco de los festejos anuales que la comunidad boliviana está llevando adelante durante la primera quincena del mes de agosto, el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, celebró la misa el domingo 14 en la catedral platense para celebrar a Nuestra Señora de Copacabana. 

En la homilía, monseñor Fernández invitó a "celebrar con alegría" y a la luz de los textos de la Palabra de Dios, animó a poner siempre la mirada en Cristo, "porque de esa manera el creyente nunca se siente solo ni abandonado".

Asimismo, reflexionó que "Cristo se hizo cercano cuando nació en Belén, en un pobre establo, donde lo vemos rodeado de los sencillos pastores. Así nos invita a todos a acercarnos a él con un corazón simple, confiados en su amistad que siempre nos levanta”. 

“También lo podemos mirar en su vida pública, haciendo siempre el bien, y preguntándole al pobre ciego del camino: ¿qué quieres que haga por ti? Y lo miramos en la cruz con los brazos abiertos para salvarnos, pero también para recibirnos. Y lo contemplamos resucitado, dispuesto a compartir su vida y su fuerza con nosotros. Él lo prometió: Yo estaré siempre con ustedes", continuó. 

 

 

De esa manera, agregó, "en los momentos duros de la vida sabemos que tenemos su compañía y su poder para salir adelante, para seguir luchando, para seguir intentando. Él nos libera de la desilusión, del miedo que paraliza, de la tristeza, del decaimiento".

"Además, cuando él estaba en la cruz, le dijo al discípulo: 'Ahí tienes a tu madre'. Jesús quiso compartir su madre con nosotros, que nos recuerda el amor que Dios nos tiene, que nos consuela, nos alienta y nos une como hermanos", expresó monseñor Fernández.

Finalmente, recordó que "hoy la celebramos con el rostro de Nuestra Señora de Copacabana. En sus brazos maternos dejamos nuestras familias, nuestros trabajos y todas nuestras preocupaciones".

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