Antes de viajar a Washington Guzmán haría anuncios económicos: anticipan un nuevo impuesto y una versión acotada del IFE

Antes de viajar a Washington Guzmán haría anuncios económicos: anticipan un nuevo impuesto y una versión acotada del IFE

El impuesto a la renta inesperada incluiría a mineras y petroleras. Evalúan un nuevo bono, limitado a monotributistas y trabajadores informales.

Este lunes por la noche Martín Guzmán viajará rumbo a Washington para participar de la asamblea de primavera del Fondo Monetario y el Banco Mundial. Pero antes de subir al avión el ministro haría anuncios económicos, que podrían incluir una versión limitada del IFE destinado a monotributistas y trabajadores informales que se solventaría con un nuevo impuesto a la "renta inesperada".

El domingo por la noche, el ministro estuvo reunido en la Quinta de Olivos con el presidente Alberto Fernández, analizando los anuncios con los que buscan paliar los efectos de la escalada inflacionaria, que llegó hasta ahora a su punto más alto en 20 años con el 6,7% de marzo.

Tal como anticipó el ministro en una entrevista la semana pasada, se piensa en un mecanismo para "redistribuir" las ganancias extraordinarias sin tocar retenciones. El blanco no sería solo el campo, como se especuló en un principio, sino también los productores de materias primas como el gas, petróleo, minerales y granos, entre otros, que tuvieron fuertes subas en los precios luego del inicio de la guerra en Ucrania.

Los fondos que se obtengan serían destinados a "los necesitados", un universo más reducido que los 9 millones que alcanzó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en plena pandemia. El nombre todavía está en discusión.

Hasta ahora se prevé que este nuevo bono, del que aún se desconoce el monto, alcance a monotributistas y trabajadores informales.

En cuanto al nuevo impuesto que se pondría en marcha, el esquema será diferente al de la presunta renta extraordinaria gravada durante el gobierno de Raúl Alfonsín, Fernando de la Rúa o Alberto Fernández, con el "aporte extraordinario" durante la pandemia. Pero la iniciativa alcanzó para generar nuevos roces dentro del gobierno.

El secretario de Agricultura, Matías Lestani, negó el jueves pasado a Infobae que los productores tuvieran una "renta inesperada positiva". Fue el mismo día que Guzmán le habría pedido al ministro de Transporte, Alexis Guerrera, que acelere gestiones para levantar el paro de transportistas de granos. El conflicto ponía en riesgo el ingreso de divisas, como le advirtieron grandes exportadores. Guerrera laudó y autorizó una suba del 20% en las tarifas del transporte.

Sin embargo, las propuestas en las que trabaja el ministro de Economía cuentan con el respaldo del Presidente, quien el miércoles recibió nuevo fuego amigo de la vicepresidenta Cristina Kirchner desde el CCK. "Hubo algunas conversaciones, el equipo económico estuvo trabajando con directivas del presidente, y en contacto permanente", confirmaron en el entorno de Alberto Fernández. "Los anuncios serán esta semana seguramente", agregaron.

Expectativas en Washington

Según confirmaron fuentes del Palacio de Hacienda, el viaje a Washington tendrá el objetivo de mostrar los aparentes avances en el cumplimiento de las metas y garantizar la continuidad del programa, tras las presiones del kirchnerismo para desplazar al ministro de Economía y el golpe que significó la inflación récord del 6,7% en marzo.

La idea es aprovechar el marco de la cumbre con ministros de Hacienda y banqueros centrales para mantener reuniones con el staff, el Banco Mundial y miembros del G20. Dentro de esa agenda, no incluirían las iniciativas que evalúa por estas horas el equipo de Guzmán para contener el impacto de la inflación a través del impuesto a la "renta inesperada" y el nuevo IFE.

"Con el FMI la conversación es permanente, pero no es un tribunal de autorización o denegación de políticas, eso le corresponde al gobierno argentino", señalaron fuentes oficiales. Guzmán estuvo reunido desde el jueves hasta el sábado con su equipo en Chapadmalal, trabajando en medidas destinadas a recomponer los ingresos frente al impacto de la inflación, en respuesta a uno de los reclamos impulsados por el kirchnerismo.

Mientras tanto, Guzmán iniciará negociaciones con el FMI en Washington de cara a la revisión prevista en mayo. En su equipo creen que la auditoría del primer trimestre será superada sin sobresaltos, bajo la premisa de que se habrían cumplido las metas fiscales, monetarias y cambiarias, despejando a su vez las dudas que pesaban sobre la suba de tasas, el nivel de expansión monetaria y el cronograma de tarifas.

Este último punto se despejó con el llamado a la audiencia pública sobre tarifas, convocada por el secretario de Energía, Darío Martínez. El funcionario destrabó la convocatoria después de la aparición del ministro en C5N, en donde advirtió que el gobierno iba a gestionar con la gente que esté "alineada con el rumbo".

Guzmán se comprometió a reducir los subsidios a la energía 0,6% del PBI, pero ahora negociaría cambios por el impacto de la guerra sobre el precio de los combustibles que el país necesita importar en invierno. Sin recursos extraordinarios como en 2021 y por el impacto de la sequía en la recaudación, el FMI viene pidiendo recalibrar el gasto y reorientarlo hacia infraestructura, reduciendo subsidios, transferencias a provincias y asistencia social.

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