Ante la incertidumbre por la temporada y la pandemia, caen las reservas hoteleras

Ante la incertidumbre por la temporada y la pandemia, caen las reservas hoteleras

La ocupación hotelera llega al 25%. El ingreso de colectivos cayó a la mitad en comparación a 2020. “Es salud con trabajo”, advirtió Montenegro.

Más allá que el esquema final de restricciones no incidirá de la manera negativa que se esperaba según las versiones iniciales, los operadores turísticos de la ciudad coinciden en la generación de un clima que desalienta el arribo de nuevos turistas a Mar del Plata.

La restricción de actividades entre la 1 y las 6 horas que finalmente se comenzará a implementar en los distritos en Fase 3 y 4 en la Provincia de Buenos Aires, donde se encuentran las ciudades balnearias, finalmente llevó algo de alivio a aquellos sectores que, de regir desde las 23 horas, sufrirían un golpe letal en medio de la temporada.

Sin embargo, el reflujo en las reservas hoteleras se sintió con fuerza en los últimos días, en una combinación por la incertidumbre ante el futuro de la temporada y la realidad de un rebrote que genera alarma desde las estadísticas que marcan 13 mil contagios diarios a nivel nacional, una escalada a la que no escapa Mar del Plata.

La difusión de la noticia que una marplatense de 63 años internada en el Hospital Español que debió ser trasladada a Ituzaingó ante la falta de una cama de alta complejidad poco aporta a la imagen de la ciudad.

Y los números hablan por si solos: tras un primer fin de semana con unos 150 mil visitantes, el Colegio de Martilleros aseguró la existencia de una reserva hotelera de entre el 20% y 25%, cifra que escala hasta el 40% en el caso de casas y departamentos.

La circulación también evidencia la situación: mientras que hace un año ingresaban 572 colectivos a la terminal por día, ahora el promedio bajó a más de la mitad, unos 255. La postal de una Autovía 2 saturada los fines de semana ya es alejada: ayer se llegó a un pico de 400 vehículos por hora en el peaje de Maipú.

En ese marco, el intendente Guillermo Montenegro insistió en la postura de la Comuna. “Lo venimos diciendo hace meses: es salud con trabajo. Sabemos que necesitamos cuidarnos. También sabemos que vivimos en una ciudad que tiene las tasas más altas de desempleo del país. ¿Cómo conjugamos estas urgencias? Como siempre lo hicimos, siendo previsores y con sentido común”, manifestó ni bien se confirmó el nuevo esquema de restricciones.

El foco en la clandestinidad y las herramientas para combatirla tampoco pasó desapercibido: “Desde hace semanas que venimos diciendo que las actividades reguladas no son el problema: con protocolos, control y cuidado la posibilidad de contagiarse es baja. El problema está en la clandestinidad, en las fiestas sin controles ni regulaciones”.

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