“El espacio de (José Manuel) de la Sota y (Juan) Schiaretti es afín al kirchnerismo”, dijo ayer el jefe de Gabinete y candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández.

En ese sentido, el funcionario nacional confió en que los votantes del gobernador cordobés se trasladen a Daniel Scioli.

Señaló además que ya está trabajando con Julián Domínguez en la provincia de Buenos Aires.

En sus declaraciones matinales a la prensa, Fernández sostuvo que “el espacio de De la Sota y Schiaretti es afín” al kirchnerismo.

En ese contexto, analizó la estrategia del Frente para la Victoria para engrosar el caudal de votos de Scioli con miras a las elecciones generales de octubre próximo.

“El espacio de De la Sota es afín a Schiaretti y siendo afín a Schiaretti es más afín a nosotros mismos que al grupo de (Sergio) Massa. Algunos de Massa y otros de Cambiemos son más afines a nosotros”, sostuvo.

Scioli destacó la relación que lo une con el gobernador electo de Córdoba.

Respecto a la disputa interna que mantuvo con Domínguez en la provincia de Buenos Aires, Fernández dijo que “se trazó una raya” y que ahora están juntos “mirando para adelante”.

En tanto, tras haber sido derrotado por Massa en las Paso, De la Sota rechazará cualquier acercamiento del peronismo cordobés a Scioli y, por el contrario, abogará por un acuerdo entre su socio del frente UNA y el referente de Cambiemos, Mauricio Macri.

“Está muy enojado por lo que dijeron Macri y Massa de que no quieren acordar. Eso es facilitarle las cosas al kirchnerismo”, aseguró un colaborador del gobernador cordobés y precisó que ese mensaje le transmitirá al ex intendente de Tigre en una reunión que sostendrán en los próximos días.

De la Sota obtuvo un 6% de los votos el último domingo, aproximadamente 1.400.000 sufragios que son pretendidos tanto por Massa como por Scioli y Macri para las elecciones generales.

Scioli dejó trascender un llamado de Schiaretti para felicitarlo el mismo domingo y luego reiteró que buscará recolectar los votos peronistas que fueron a De la Sota y también a Adolfo Rodríguez Saá, quien logró sortear el piso de las primarias.

Sin embargo, Schiaretti remarcó en las últimas horas que De la Sota será quien defina el alineamiento del peronismo cordobés en las próximas elecciones y que él se remitirá a mantener una buena relación institucional con quien resulte electo.

Según indicaron voceros del mandatario provincial saliente, De la Sota no quiere saber nada con Scioli porque su compañero es Carlos Zannini, quien es un “enemigo declarado”.

“No hay nadie más lejano al kirchnerismo que De la Sota, mucho menos con Zannini en la fórmula, porque fue el que permitió que Córdoba se prendiera fuego el 3 de diciembre de 2013” durante el acuartelamiento policial que derivó en saqueos, remarcaron los voceros.

Territorio adverso

Córdoba es quizá el territorio más adverso para Scioli de cara al nuevo turno electoral: obtuvo el 14,66% de los votos, lejos de De la Sota (38,79%) y de Macri (35,38%).

Entretanto, de la totalidad de los votos obtenidos por el cordobés en el país (1.400.000), 632.000 pertenecen a su provincia y según sus allegados tienen un marcado sesgo “antiK”.

En ese contexto, los allegados al gobernador no descartaron que busque ser mediador entre Macri y Massa para evitar que el Frente para la Victoria consiga un triunfo en primera vuelta.