La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) instó este lunes a China a informar sobre la "represión masiva" de la que podrían ser victimas hasta un millón de miembros de minorías musulmanas en la extensa región del Xinjiang, en el noroeste del país, que habrían sido internados en inmensos centros de reeducación.
En su nuevo informe, que incluye testimonios de personas internadas en campos, AI acusa a Beijing de llevar a cabo "una campaña gubernamental de internamientos en masa, de vigilancia intrusiva, adoctrinamiento político y de asimilación cultural forzada".
Los uigures y otras minorías musulmanas son castigados por contravenir a las leyes que prohíben llevar barba y burkas y por posesión de coranes no autorizados, según la ONG.
"Cientos de miles de familias fueron devastadas por esta represión masiva", declaró en un comunicado Nicholas Baquelin, director de AI para Asia del Este.
Por su parte Beijing niega esas acusaciones pero las pruebas de la existencia de esos campos van apareciendo en forma de documentos oficiales y testimonios de personas que supuestamente lograron escapar, según informa Infobae, citando la agencia AFP.
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