México se aproxima ya al millón de contagios y a la tremenda cifra de cien mil personas muertas por la COVID-19. Es el cuarto país, después de Estados Unidos, Brasil e India con mayor número de decesos en el mundo. El país norteamericano ha pagado un duro precio tanto sanitario como económico. Es, también, el país en que más personal sanitario ha muerto por contagio.

Lejos de aminorar

Por su parte, la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial (CCM) de México se ha dado a la tarea de llevar el conteo trágico de obispos, sacerdotes, diáconos y religiosas que han fallecido en el país desde que inició la pandemia de la Covid-19 en el mes de marzo de este año. Según los datos del CCM, al 31 de octubre pasado han fallecido un obispo, 97 sacerdotes, ocho diáconos y cinco hermanas religiosas.

“La situación de la Iglesia (durante el mes de octubre) estuvo marcada por un incremento en los contagios y de muertes que permanecieron constantes. Se advierte que, de prevalecer el ritmo de la pandemia, la Iglesia de México podría lamentar un repunte en el número de clérigos y ministros contagiados, haciendo un pronóstico nada optimista en cuanto al aumento en el índice de letalidad del covid-19”, se puede leer en el boletín redactado por el CCM.

 Sin respeto a las jerarquías

En el país azteca se han tenido noticias de contagios importantes en algunos presbiterios, algunos sacerdotes han estado en extrema gravedad permaneciendo en hospitales, librando prolongadas batallas para recuperar la salud. El 31 de octubre fallece el obispo emérito de Tehuantepec (en el Estado de Oaxaca), Arturo Lona Reyes, justamente a un día de cumplir 95 años. Según la revista Proceso, Lona Reyes, llamado también “el obispo de los pobres”, había sobrevivido a once atentados en contra de su vida. Pero ya no pudo sobrevivir al coronavirus.

Al menos seis obispos mexicanos han sido infectados por la Covid-19 , entre ellos los obispos de Saltillo, Raúl Vera López; de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, trasladado a Cuernavaca por “un cuadro bronco-respiratorio” y el arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez.

En la arquidiócesis de San Luis Potosí, en el Convento de la Cruz, 18 religiosas resultaron contagiadas, “pero ahora ya se encuentran fuera de peligro, por lo que regresaron las actividades tanto en el Convento como en la casa de retiro sacerdotal”, según el encargado de comunicación, el padre Juan Jesús Priego.

El CCM informó del deceso de una religiosa fallecida sorpresivamente. Se trata de una joven de 26 años que radicaba en el Hogar de Protección Juvenil A.C. Se trata de la hermana Arely de la Divina Misericordia Ramírez del Instituto Hijas del Sagrado Corazón de Jesús. Algunas informaciones señalan que el padre de la religiosa murió debido a este mal y ella pudo haber sido contagiada al haberlo asistido.

De nuevo se suspenden cultos

Por lo que hace al desarrollo de los actos del culto público, nuevas medidas de confinamiento se han puesto en marcha en algunos Estados obligando al cierre dominical de templos de forma total. Tal es el caso del arzobispado de Guadalajara. La circular 35/2020 firmada por el cardenal José Francisco Robles Ortega, dirigida a toda la comunidad confirmó las restricciones efectivas desde el 30 de octubre hasta el 13 de noviembre. “Para los sábados y domingos comprendidos del 30 de octubre al 13 de noviembre, el culto litúrgico y las demás celebraciones no podrán ser presenciales, pero sí transmitidas”.

Lo mismo ha sucedido en la arquidiócesis de Durango, lugar que encabeza el arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez, quien también dio positivo al virus y aunque ya se recuperó, él mismo vio como la Covid-19 hizo que su madre y su padre, en la población de Magdalena de Kino (Sonora) fallecieron.