Alternativa para mundo con menos residuos

Alternativa para mundo con menos residuos

Brindaron detalles de los estudios que se realizan en la Unju para el tratamiento de los plásticos.

Un taller sobre "Biodegradación, alternativa para un planeta con menos residuos plásticos" se desarrolló recientemente en el Laboratorio de descontaminación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju). La actividad se enmarcó en la XVII Edición de la Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología, impulsada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.

Los profesionales Silvia Alonso y Sergio Madregal, junto a los estudiantes avanzados de la carrera Ingeniería Química, Iván Escalier y Daiana Romero, llevaron adelante la actividad que abordó la biodegradación de los plásticos, la necesidad del tratamiento de los plásticos debido a su uso tan frecuente y la producción que va en aumento de residuos plásticos.

En ese marco, Alonso dijo que "hay algunos residuos plásticos que son fáciles de separar del resto de la basura y que se pueden destinar a reciclaje como es el caso de las botellas de gaseosa, de agua mineral, los bidones de agua, pero en el caso de otros residuos plásticos como las bolsas de polietileno, que compramos en los supermercados o que reparten en almacenes, las bandejas de telgopor o vasitos desechables, no van a reciclaje sino que se entierran directamente en los sitios de disposición final que son los vertederos controlados que se llaman rellenos sanitarios, y en otros casos se tiran en cualquier lado. Pero cuando se depositan en un relleno sanitario, que son pozos que se van llenando con capas de residuos y capas de tierra, llega el momento que ya no admite más residuo y los plásticos quedan ahí sin modificarse durante cientos de años", alertó. Entonces, desde el equipo de investigación propusieron un tratamiento alternativo diferente al reciclaje mecánico, utilizando microorganismos que pueden ser bacterias o mohos que "en nuestro caso los usamos de manera conjunta, es decir, como un cultivo mixto y bajo ciertas condiciones de temperatura y humedad, se hace el proceso y se logra que ese material plástico sea transformado".

En esa línea apuntó que "en el proyecto actual estamos trabajando en presencia de oxígeno y por lo tanto, el producto final sería dióxido de carbono, es decir, donde el carbono del plástico se transforma en dióxido de carbono en último término, y si eso se hiciera en condiciones anaeróbicas inclusive se puede llegar a producir y a aprovechar un gas combustible porque ese biogás que se generaría contiene metano", precisó.

Por otro lado, se refirió a las etapas de investigación y estudio realizados, indicando que en una primera etapa se cuantificó, es decir, se midieron las cantidades y los volúmenes "tanto de los residuos totales que se producen en Jujuy, el cual se hizo en zonas de diferentes niveles socioeconómicos, y también se determinó cuánto de esos residuos sólidos urbanos representaban los plásticos en total, así también se hizo para cada plástico en particular". A continuación se provocó que "sobre los plásticos crezca una capa o biopelícula de microorganismos que se han considerado como degradadores de los plásticos, se los aisló para realizar una identificación preliminar, muy básica, de acuerdo a los recursos disponibles.

Luego se hicieron ensayos de degradación, probando esos microorganismos, en medio líquidos y medio sólidos, si eran efectivos, y se ha medido la degradación por diferentes métodos como por ejemplo se utilizó la pérdida de peso, microscopia electrónica de barrido que se hizo en Buenos Aires, Tucumán, o el análisis químico elemental, para ver cómo variaba el contenido de carbono, se ha sometido en laboratorios de tracción, también por espectroscopia infrarrojo, aunque lamentablemente el equipo no está funcionando desde hace unos años, y últimamente tuvimos que hacer esos ensayos en la Universidad Nacional de Tucumán".

Además de la biodegradación, estudiaron la degradación en presencia de oxígeno y aplicando agentes físicos que fueron calor y radiación ultravioleta aplicadas a las "bolsas que se han empezado a usar en los últimos años en los supermercados, farmacias, librerías, que tienen una leyenda de oxodegradable. De esa manera hemos podido ver hasta qué punto eran degradables realmente esas bolsas", puntualizó.

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