Alta política, curia y movimientos sociales, en la agenda de Francisco

Alta política, curia y movimientos sociales, en la agenda de Francisco
Cena con el cardenal Leonardo Sandri, cita con el cacique Qom Félix Díaz, inminente cumbre con el premier italiano y anuncio clave sobre el Banco Vaticano en la variada actividad de un Papa al que nada de lo humano -y divino- le es ajeno.
De audiencia pública en audiencia pública –todos los miércoles- el Papa tuvo, como es habitual, una semana hiperactiva en la cual se destacó el encuentro que mantuvo con el líder de una comunidad Qom formoseña, Félix Díaz, quien viajó a Roma con su compañera, Amanda Asijak, con el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y con el reverendo Francisco Nazar, vicario episcopal para las poblaciones indígenas de Formosa.

"Pedimos al Papa que interceda para que la presidenta nos reciba y así poder impulsar el diálogo y hacer que se respeten los derechos indígenas", dijo Díaz en rueda prensa luego de la reunión.

Por otra parte, el próximo 4 de julio, a las 11, el Papa recibirá al presidente del Consejo de Gobierno italiano, Enrico Letta. Será casi un mes después del encuentro que mantuvo con el presidente italiano, Giorgio Napolitano.

La visita del premier será privada y no oficial, pero puede ser la antesala de una próxima visita de Estado. La cita tiene lugar en momentos en que las relaciones entre Italia y el Vaticano son muy buenas. Letta se reunirá también a continuación con el Secretario de Estado Tarcisio Bertone.

Anuncios sobre el Banco Vaticano

En un importante paso previo a la toma de decisiones de fondo, el Papa creó una comisión de investigación sobre el funcionamiento del Instituto para las Obras de la Religión (IOR), que es el nombre oficial del banco vaticano.

La finalidad declarada es lograr “una mejor armonización del instituto respecto a la misión de la Iglesia Católica” y que “los principios del Evangelio impregnen las actividades de carácter económico y financiero”.

La comisión estará presidida por el cardenal salesiano Raffaele Farina, de 80 años, y la integrarán también el cardenal francés Jean-Louis Tauran (recordado por ser quien hizo el anuncio al mundo de la elección de Jorge Bergoglio como Papa), la profesora estadounidense Mary Ann Glendon, el arzobispo español Juan Ignacio Arrieta y monseñor Peter Bryan Wells, un teólogo estadounidense, asesor de la Secretaría de Estado vaticana.

Según el vocero Federico Lombardi, esto responde al “deseo del Santo Padre de conocer mejor la situación jurídica y las actividades del banco del Vaticano y permitir una mayor armonización con la misión de la Iglesia Universal y la Sede Apostólica”.

La comisión fue creada a través de un “motu proprio”, es decir, una ley promulgada directamente por el Papa, y entre sus atribuciones está la de recoger “documentos, datos e informaciones necesarias para el desarrollo de sus funciones”, sin límites de ningún tipo, ya que el mismo documento papal señala que “el secreto profesional y otras restricciones establecidas por el ordenamiento jurídico [del IOR] no limitarán el acceso de la comisión”.

Cena con el cardenal Sandri

Poco después de la entronización de Jorge Bergoglio como Papa, su compatriota el cardenal Leonardo Sandri manifestaba públicamente su deseo de que “cuando pase todo este lío”, Francisco pudiese ir a “comer un puchero” a su casa.

Como prefecto para la Congregación de las Iglesias Orientales, Sandri es “vecino” de Bergoglio. Y el sábado pasado, se cumplieron sus deseos, ya que Francisco dejó la residencia Santa Marta y se desplazó unos metros para cenar en la casa del cardenal, en el 4º piso del nº 13 de la Via Rusticucci, a metros de la Via della Conciliazione, y con vista a la Plaza San Pedro.

“Jorge Bergoglio (es) un hombre del Evangelio, un hombre simple, no atado a ninguna estructura de poder, libre, espiritual”, dijo Sandri sobre el Papa, cuyo pontificado calificó de “revolucionario, en el sentido de que nos hace volver a lo esencial a todos nosotros: es un llamado a la conversión”.

Bergoglio fue prefecto de Sandri en el seminario de Villa Devoto, cuando ambos eran jóvenes seminaristas.

Estos son tiempos movidos para la Congregación que preside Leonardo Sandri, debido a la grave crisis siria. El Cardenal realizó una gira de 15 días por la región a fines de mayo. Y, este domingo, recibió la triste noticia del asesinato del sacerdote François Murad, en la zona de Aleppo, donde asistía a frailes franciscanos en tareas pastorales y de ayuda a las víctimas del conflicto.

“Este enésimo episodio de violencia, siempre injustificada, debe despertar la conciencia de los responsables de las partes en conflicto y de la comunidad internacional, para que, como ha repetido varias veces el Santo Padre Francisco, callen las armas y se abra finalmente la etapa de la justa reconciliación para un futuro de paz”, dijo Sandri en un comunicado.

Audiencia general

“La Iglesia somos todos”, dijo el Papa en su mensaje de hoy en Plaza San Pedro. “Somos las piedras vivas del edificio de Dios, estrechamente unidas al Señor que es la piedra de sostén. Esto quiere decir que la Iglesia somos nosotros, somos templo viviente”, explicó.

“Ninguno es inútil en la Iglesia, todos somos necesarios para construir el templo de Dios. Ninguno es secundario, todos somos iguales a los ojos de Dios. ¡Todos!”, agregó. Y, dialogando consigo mismo, como acostumbra a hacer, siguió: “Alguno puede decir: ‘escuche Señor Papa (sic), usted no es como nosotros’. Sí, soy como cada uno de ustedes, todos somos iguales. Ninguno es anónimo”.

“Todos debemos darle a la Iglesia nuestra vida, nuestro corazón, nuestro amor, nuestro trabajo, nuestro pensamiento a la Iglesia. ¿Cómo vivimos el ‘ser’ Iglesia? ¿Somos piedras vivas o indiferentes? ¡Qué cosa fea es un cristiano cansado, indiferente, aburrido! Un cristiano debe ser vivo, feliz de ser cristiano, debe vivir en esta belleza de ser pueblo de Dios, que es la Iglesia”, concluyó.

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