Alberto, preocupado por el “déficit oculto” que le dejó la gestión Macri

Alberto, preocupado por el “déficit oculto” que le dejó la gestión Macri

Analizan las planillas para saber cuál es el rojo. Aseguran que gastó $100 millones en mensajes publicitarios de despedida.

 

En un día, el domingo previo a dejar el poder, Mauricio Macri gastó casi 100 millones de pesos en la campaña del adiós: contrató piezas publicitarias en diarios de todo el país para difundir los "logros" de su gestión.

"¿Cien millones?", preguntó, sorprendido, Alberto Fernández cuando le contaron el dato. El costo total, según el registro oficial al que accedió Clarín, ascendió a 99.565.599,5 pesos y abarcó solo medios gráficos.

"La campaña de despedida se facturó con Macri pero la pagará el gobierno de Fernández", dicen en Casa Rosada. Aunque puede ser anecdótico en la cuenta grande del Estado, lo mencionan como indicio de un mecanismo que presumen que fue habitual: prorrogar pagos.

Procedimientos como ese, junto a otros mecanismos, fueron usados por el gobierno de Mauricio Macri para "simular" un déficit fiscal menor. El jefe de Gabinete Santiago Cafiero habló, en una nota con Clarín, de "ocultamiento".

"Ellos quisieron exhibir un déficit fiscal menor. Durante el año dijeron que sería 0, luego que era 0,5. Ahora nosotros sumando y vemos que es bastante más alto", aseguró Cafiero y puntualizó: "No sabemos cual es el déficit real".

En Casa Rosada hablan de "déficit oculto" y se permiten hablan de una picardía repetida. "Cuando hay acuerdos con el FMI para bajar el déficit, aparecen los gastos escondidos, el diferimiento de pagos, se pone en marcha una contabilidad paralela. Es lo que hizo el gobierno anterior", apuntó una voz económica albertista.

En los primeros días de gobierno, en las distintas áreas los funcionarios albertistas se encontraron con distintas sorpresas. "En el PAMI, un déficit de 700 millones mensuales, en Salud 1200 millones", dijeron a Clarín desde Presidencia.

En Salud, se congeló la compra de vacunas e insumos para las campañas de vacunación. "Eso parece un ahorro pero no lo es: alguien cerró un número con ese ahorro pero vacunas hay que salir a comprar", dijo un funcionario que mira las planillas.

Las partidas subejecutadas son un recurso repetido. Otras, en cambio, fueron subejecutadas: según un informe interno, los casi 100 millones de la campaña gráfica de la despedida de Macri, en Medios se gastaron casi 900 millones más de los presupuestados para todo 2019.

En Desarrollo Social, donde desembarcó Daniel Arroyo, se tuvo que readaptar un esquema de la tarjeta alimentaria que contemplaba una escala de fondos según la cantidad de hijos porque desde Economía le indicaron que la disponibilidad era menor a la esperada.

Días antes de dejar el gobierno, el equipo de Interior de Eduardo "Wado" De Pedro conversó con el staff que acompañó a Rogelio Frigerio. Se consultó si había provincias que necesitarían asistencia para pagar salarios a fin de año.

Les dijeron que no pero en la última semana el gobierno nacional debió asistir -con anticipos de coparticipación y refinanciamiento de deudas- a tres provincias para que puedan pagar salarios y aguinaldo: Chubut, Chaco y Tucumán.

"Si no interveníamos nosotros, no pagaban", dijeron desde el gobierno. "Todo sale del mismo lugar: cuando una provincia no puede pagar, le pide a Nación", apuntaron desde la jefatura de Gabinete.

Hay otra cuenta grande que genera preocupación. Los déficits de las cajas previsionales provinciales que no fueron absorbidas por Nación y que constituyen, cada año, una paritaria entre las provincias y Casa Rosada.

Según el paneo que hacen en Gobierno, no hubo pagos en los últimos meses del año y según plantearon desde las provincias, quedaron saldos del 2018 que deberá cubrir el flamante gobierno.

Un caso testigo es Córdoba, que reclama a Nación unos 8 mil millones por déficit previsional de 2018 y 2019. Antes de irse, Macri apuró un pago parcial.

Es uno de los temas que aparecerá en la mesa de negociación con las provincias y uno de los ítems que deberá atender la gestión de Martín Guzmán en Economía, aunque la tarea de revisión de las cuentas la lleva adelante el secretario de Hacienda Raúl Rigo, un experto en Presupuesto que estuvo abocado a esa tarea entre 2002 y 2017 en el ministerio.

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