Tres días antes de terminar su pontificado, Benedicto XVI firmó ayer un Motu Proprio (documento papal) en el que la posibilidad de abrir el Cónclave que elegirá al nuevo Papa antes del mínimo de dos semanas a partir de la “sede vacante” que fijaba la constitución apostólica de 1996. Así, podrá comenzar antes del 15 de marzo.

“Le otorgo al colegio cardenalicio la facultad de comenzar antes el cónclave si todos los cardenales encargados de la elección están presentes”, escribió el Papa renunciante en su decreto.

Así, la Iglesia quiere garantizar que habrá un nuevo pontífice para las celebraciones de Semana Santa a fines de marzo. El Vaticano no ha anunciado por ahora la fecha exacta en que comenzará el cónclave. “Es necesario que los cardenales se reúnan y la decidan”, pero es posible una decisión formal “en los primeros días de marzo”, explicó el vocero vaticano, Federico Lombardi.

La fecha seguramente se decidirá una vez que la Iglesia entre en “Sede Vacante”, a las 20, hora local, de este jueves.

El documento de Joseph Ratzinger endurece, además, las normas del cónclave cardenalicio, con la introducción de la excomunión “automática” de quienes violen el secreto de la reunión.

La forma de elección papal será de ahora en más “per scrutinium”, con al menos dos tercios de los votos, contados “en base a los electores presentes y votantes”.