El obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones, presidió ayer una misa de acción de gracias, con motivo de los 150 años de la apertura y creación canónica como parroquia de la catedral Nuestra Señora de la Paz. De la jornada, los organizadores destacaron que “por primera vez cientos de personas pudieron tocar la imagen de la Virgen, gracias a la estructura a modo de “pasarela” que se erigió”.

La celebración -que contó con gran presencia de la Iglesia diocesana y de autoridades municipales- tuvo un momento particular, cuando se inhumaron en el templo los restos del primer obispo diocesano, monseñor Filemón Castellano, traídos de Córdoba para la ocasión; ahora la catedral tiene en su interior los restos de dos obispos; los otros son de monseñor Alejandro Schell, segundo obispo de la diócesis.

Desde la Diócesis, anticiparon en tanto, que está prevista, próximamente, la reapertura del museo parroquial.

El cronograma de actividades del lunes incluyó la apertura de la “Expo María” en la Plaza Grigera, frente a la iglesia catedral. Allí cientos de fieles pudieron disfrutar de stands que recrean la vida y vocación de la Virgen hasta la advocación de Nuestra Señora de la Paz.

Finalmente el próximo 17 de octubre, desde las 8 y hasta las 19 se llevará a cabo una “bautizada”, para todos aquellos que desean recibir el sacramento del Bautismo.