“Una visita del Papa a China es posible, tarde o temprano ocurrirá”

“Una visita del Papa a China es posible, tarde o temprano ocurrirá”

Entrevista exclusiva con Haibo Wang, delegado chino en un encuentro sobre tráfico de personas en la Academia de las Ciencias del Vaticano. “Un encuentro de Francisco y Xi Jimping beneficiaría a toda la humanidad”

Francisco ama la cultura y la historia de China. Es también apreciado por el pueblo chino, que reconoce su liderazgo moral y su lucha por los más pobres. Pero, sobre todo, “el Papa mandó un mensaje muy claro: Espera alguna vez visitar China”. Son conceptos de Haibo Wang, médico y representante de ese país en un coloquio sobre tráfico de personas organizado esta semana por la Academia de las Ciencias del Vaticano. En entrevista exclusiva, aseguró que el sueño del pontífice de visitar ese país es una posibilidad real.  

  

Director del Sistema de Respuesta para los Trasplantes de Órganos en China y miembro del Comité Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Wang participó del debate en la Casina Pío IV –ubicada en el corazón de los Jardines Vaticanos- el lunes 12 y martes 13 de marzo. Luego reseñó detalles de un creciente espíritu de colaboración y acercamiento entre su país y la Santa Sede.  

  

¿Cómo surge su participación en este encuentro del Vaticano? 

Ya estuvimos en el Vaticano el año pasado, no es la primera vez. Entonces nos invitaron a Jiefu Huang, presidente del Comité Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, y a mí. Yo estoy aquí con aprobación oficial para este intercambio científico que refleja el interés en la relación entre China y Vaticano. También existen intercambios en los campos de la cultura, las artes, la música. El gobierno de China quiere caminar junto con el Vaticano y que exista interacción entre las personas. Tenemos una gran expectación por este vínculo a nivel científico. Lo importante es que tenemos un gran respeto mutuo y buscamos promover una relación de persona a persona. 

  

¿Cómo ven al Papa Francisco en China? 

El pueblo chino ama al Papa Francisco, le gusta porque se preocupa por los más vulnerables, porque tiene una mente abierta. El Papa es muy apreciado, pero existe otro nivel: el de los valores comunes que surgen de dos culturas milenarias. Sabemos que el Papa estima al pueblo chino, respeta su historia y ha mandado un mensaje muy claro: Espera alguna vez visitar China. 

  

¿Piensa que una visita del Papa es posible? 

Sí, pienso que es posible. Yo no soy un funcionario oficial, pero hablo como observador. Creo que es posible y que es algo que debería ocurrir, tarde o temprano. 

  

¿Cómo sería recibido el Papa? 

Desconozco cuáles serían los pasos a dar. Un viaje estaría relacionado con el encuentro de dos grandes líderes. Son dos importantes civilizaciones que se podrían encontrar. En su visión de liderazgo, el presidente Xi Jimping habla de un futuro común para el mundo. También ha dicho que debemos cambiar la mentalidad de “yo gano, tu pierdes”, para ir a un ambiente de “ganar-ganar”. Y, según he podido saber, el Papa comparte esta visión. Entonces, dos grandes líderes de dos grandes culturas comparten la mirada, esto es ya una razón por la cual se deberían reunir. Esto no beneficiaría únicamente a dos mil millones de personas, beneficiaría a toda la humanidad. 

  

¿Usted sabe que estas afirmaciones son vistas con recelo en algunos círculos, incluso católicos? Por décadas se vio a China y el Vaticano como partes en conflicto. 

Yo no soy un político, pero esa no es mi percepción. Considero que existen muchas cosas en común entre las dos partes. Pienso que los líderes miran más allá, ven la situación en su contexto más amplio. Ellos saben que existen problemas, los entienden, pero eso resulta muy secundario comparado con el gran objetivo, que es un acercamiento. Yo no estoy conectado con el presidente Xi Jimping, jamás conocí al Papa Francisco, pero esa es mi percepción.  

  

¿Les preocupan las voces negativas ante esta cercanía entre China y el Vaticano, incluso entre grupos católicos? 

Jamás escuché sobre este criticismo de católicos, pero sí escuché críticas contra China. Estoy orgulloso de ser chino, de nuestra cultura y de nuestra gente. También estoy orgullo del trabajo realizado en estos 14 años, liderado por nuestro gobierno. Con los cambios empujados por este liderazgo, contra la corrupción, para proteger a los pobres. No creo que el criticismo pueda cambiar los hechos, porque la gente y el gobierno chino están avanzando, el Vaticano y el mundo está avanzando. Quizás algunas personas, por la historia y por su propia convicción o su beneficio, no quisieran que esto ocurriese, pero no pienso que puedan frenar el progreso de la historia. 

  

Durante siglos China fue un país cerrado, ¿puede cambiar? 

China no es un país cerrado ahora, está cambiando muy rápido. Entiendo que puede haber opiniones negativas sobre nuestro pueblo, pero no son objetivas. Mucha de la gente que critica jamás estuvo en China. No todo nuestro sistema es perfecto, en algunos lugares tenemos que mejorar, pero no es la historia que se cuenta. Toda cultura y toda nación tiene un pasado glorioso y otro no tanto, en China pasa igual.  

  

¿Qué pasa con la libertad religiosa, uno de los puntos más cuestionados? ¿Qué sabe del inminente acuerdo entre China y la Santa Sede sobre el nombramiento de obispos? 

Es un gran tema, yo sólo puedo decir que nosotros disfrutamos de una gran libertad. Podemos creer, podemos hablar, esta entrevista es un ejemplo de eso. No tengo miedo a las críticas, porque los hechos están de nuestra parte. Nosotros no maquillamos la historia. Sobre el acuerdo, leí la noticia por la prensa. No conozco los detalles, pero creo que sería algo natural en este contexto. 

  

¿Cómo evalúan en China este acercamiento con el Vaticano?  

Yo no soy un político y tampoco soy un especialista en las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano, no conozco los progresos porque no es mi campo. Pero en mi país no escuché ningún reporte negativo sobre el Vaticano, jamás. Ni siquiera una vez. China está muy abierta al mundo. Al mismo tiempo soy optimista sobre esta interacción personal y creo que es más importante que los asuntos políticos, porque esa es la base para todo: el contacto personal. Eso se va a ir incrementando y por eso soy muy optimista sobre el futuro.  

  

China fue acusada varias veces de usar la extracción forzada de órganos, ¿cómo responde a esas denuncias? 

He escuchado estas críticas por muchos años. Primero, los hechos establecen que China solía usar órganos de prisioneros condenados a muerte. Quiero ser claro, ellos no eran prisioneros políticos. De hecho, no existe la pena capital para los presos políticos. Es verdad, se usaban los órganos de presos y, según lo que yo creo, eso estaba mal. Pero es muy distinto a decir que se extraían órganos de presos políticos vivos. Eso no ocurrió jamás.  

  

¿Las cosas cambiaron? 

Ahora tenemos una regulación, desde 2005, que ordena dejar de usar órganos de prisioneros. ¿Se puede asegurar que no existe ni siquiera un caso? Bueno, ¿puede Estados Unidos, Europa, Italia asegurar que nadie viola la ley? La nueva criminal ley penaliza el tráfico de órganos. En este encuentro presenté lo que ha hecho China en materia legal. Desde el 2007 se han detenido a 200 personas por esto. Ahora usamos la tecnología de Big Data para hacer una verificación cruzada entre los pacientes y los donadores, con una automática compatibilidad. Es un sistema que está certificado por la policía. Estamos muy honrados de haber podido presentar este modo en la Academia para las Ciencias del Vaticano. 

  

Usted mismo reconoce que China tenía prácticas discutibles en este campo, por este pasado se cuestiona la credibilidad de hoy, ¿le preocupa este criticismo? 

No estoy preocupado en lo absoluto, porque muchas de las cosas que se han dicho en el pasado sobre China no son reales. Por esto es que el Vaticano y China deberían tener una relación, porque el tráfico de órganos es un crimen contra la humanidad como dice el Papa Francisco. Necesitamos ir juntos contra este flagelo, para no tener esfuerzos separados. 

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