Más vale tarde que nunca

Más vale tarde que nunca
“Cometimos muchas tonterías y muchos errores con la Argentina a lo largo de los ’90”, afirmó el ex gerente del FMI entre 1987 y 2000. De todas maneras, aclaró sobre la década del ’90: “La iniciativa no era del FMI, sino del gobierno”.
“Probablemente cometimos muchas tonterías y muchos errores con la Argentina a lo largo de los ’90”, afirmó Michel Camdessus, director gerente del FMI entre 1987 y 2000. De visita por Buenos Aires, el titular del FMI durante el apogeo de las recetas neoliberales realizó una presentación ante la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE). El economista francés desempolvó sus viejos discursos y, para satisfacción de su devota audiencia, sostuvo que “el Estado debe establecer reglas de continuidad y de previsibilidad, políticas de transferencia y eficiencia de los organismos reguladores para rendir cuentas”, y que “una inflación de dos dígitos es insostenible”. Además, celebró que finalmente “el problema de la deuda se resolvió”. De todas maneras, aclaró sobre la década del ’90: “La iniciativa no era del FMI, sino del gobierno”.

“Si Argentina está en el G-20 es porque hicieron muchas cosas bien. El país recuperó su lugar internacional”, dijo Camdessus. En realidad, la presencia de Argentina en ese selecto grupo desde su formación en 1999 tras la crisis financiera del sudeste asiático se debió a su condición de alumno ejemplar del Consenso de Washington y su estrecho vínculo con el FMI. Precisamente, en octubre de 1998 el ex presidente Carlos Menem fue el invitado estelar de la asamblea anual del organismo, una situación singular dado que se trataba de un encuentro reservado para ministros de Economía y banqueros centrales. La debacle asiática y la crisis rusa que habían estallado el año anterior comenzaron a destruir la credibilidad y confianza en el Fondo y, en ese escenario, la conducción del organismo recurrió a Menem en búsqueda de legitimidad internacional.

La participación de Camdessus en el XIV Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas no es casual. El ex director gerente del Fondo es miembro del pontificio Consejo Justicia y Paz, espacio donde también participa el arzobispo de La Plata, Héctor Rubén Aguer, y es consultor el desplazado ministro de la Corte Suprema Antonio Boggiano. Entre quienes escucharon atentos al ex directivo del FMI estuvieron el titular de la Asociación de Empresarios Argentinos, Jaime Campos; el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, y el responsable de Cáritas, Jorge Casaretto. Durante el encuentro también habló el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.

El ex del FMI consideró que a partir de la última crisis económica mundial “la distribución del poder está siendo modificada de manera positiva en favor de las naciones emergentes”. Proyectó que “mientras que en los próximos años el mundo avanzado crecerá entre 2,5 y 2,7 por ciento, los países emergentes y las naciones en desarrollo lo harán en un 7 por ciento. El sistema monetario y financiero del futuro se tendrá que modificar para reconocer a las naciones emergentes y pasar del dominio del dólar a sistemas multipolares y multimonedas”.

En relación con la actual crisis griega, Camdessus consideró que “hay que ver cómo reorganizar la deuda involucrando a los bancos privados de manera civilizada. No estoy orgulloso de cómo la Unión Europea está tratando de resolver el problema. La crisis no es del euro, sino de la deuda soberana. Espero que no haya default en Grecia”. El economista señaló que la crisis internacional que explotó con la caída de Lehman Brothers en 2008 “es la primera de la globalización”, y que “sólo habrá salida sostenible si se logra generar una nueva economía centrada en la persona humana y no en la maximización de las ganancias inmediatas”.

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