Uriona: “Las nuevas medidas no deben afectar a los pobres”

Uriona: “Las nuevas medidas no deben afectar a los pobres”

El prelado festejó sus primeros doce meses al frente de la Diócesis con una misión en el humilde barrio de Las Delicias.

Por Marcelo Irastorza ([email protected])

Monseñor Adolfo Uriona cumplió ayer un año como obispo diocesano y lo festejó con una misión pastoral en el humilde barrio de Las Delicias.

En diálogo con PUNTAL, el prelado pidió que las nuevas medidas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri no afecten a los pobres.

-¿Qué balance hace de su primer año como obispo diocesano?

-Como siempre dice uno el primer año es de conocimiento. Me metí de lleno en lo que es el desarrollo de esta Iglesia de Río Cuarto que tiene muchísimas cosas. Para mí fue todo un desafío porque la realidad de Añatuya es más simple. Hay mucho menos cosas. Es una diócesis fundamentalmente misionera. Mi gran preocupación era acompañar las obras que hacíamos para los más pobres. Acá es más complejo. Así que me dediqué mucho a visitar las comunidades, a hablar con los sacerdotes y a repensar el camino eclesial. Y eso me llevó la mayor parte de las energías. A esto se sumó que el 2015 fue especial porque se trató de un año electoral, con lo cual tuve distintos encuentros con los políticos que eran candidatos. Estoy muy contento con cómo fue el año.

-¿Lo considera positivo?

-Sí, muy positivo. Todo esto a mí me enseñó muchísimo.

-Usted dijo que lo va a festejar con una misión pastoral en el barrio Las Delicias al estilo del papa Francisco.

-Esta misión la venimos programando hace siete meses con el Consejo Diocesano de Pastoral y los movimientos. Esto está a cargo del padre Carlos Costale. Y se puso esta fecha porque era dentro de la novena de Navidad y del Año de la Misericordia. Después tomé conciencia que la fecha coincidía con el primer aniversario de mi llegada acá. Y me parece que fue providencial porque es una manera de ser fiel a la palabra del Papa que habla de ir a las periferias.

-Usted acaba de estar con Francisco. ¿Cómo lo vio?

-Lo vi bien pero un poco cansado. Estuve con él el martes 24 (de noviembre). Él venía de unas actividades un poco tensas de ese momento. Pero pudimos charlar como siempre, con mucha apertura y con una iluminación muy grande frente a los temas que yo le presenté. De algunos otros temas no pudimos dialogar porque sólo estuvimos una hora. No fue como la otra vez que había estado más tiempo. El día 25 se fue a Kenia y a los otros países de África. Ahí lo vi completamente nuevo. Como que revive (con esas visitas) en medio de un ambiente tan duro y peligroso. Yo tuve la oportunidad de hablar con el padre Javier Soteras, de Radio María, que acompañó en este viaje, y me comentó que el clima que había era de muchísimo temor a un atentado. Pero el Papa estaba tranquilo y a lo que le temía era a los mosquitos. Y salió del protocolo visitando el Hospital de Bangui realmente renovado.

-¿Qué le dijo a usted respecto de su labor como obispo?

-Yo fui con temas puntuales y él me iluminó en eso. Y después los consejos fueron los que él expresa en sus documentos. Uno de ellos es el de una Iglesia misionera, que sea capaz de vivir la misericordia como un hospital de campaña, es decir, como un lugar para curar a tanta gente que está herida por la vida. Y otro el de acompañar a los sacerdotes.

-¿Cómo vivió este año electoral?

-En lo personal, me hubiera gustado vivirlo de otra manera sobre todo en el sentido de lo que habían dicho los obispos en la Comisión Permanente de marzo (pasado). Esto es que se esperaba que fuera una contienda mucho más madura y no de tantos agravios. La vi muy confrontativa. Me parece que tenemos que hacer un camino de maduración como país en eso. El Papa habla del diálogo y la cultura del encuentro. Y el encuentro es con todos.

-¿Y cuáles son sus expectativas con el nuevo Gobierno y qué impresión tiene de las primeras medidas que ha tomado?

-Son medidas difíciles y duras. Según parece, eran medidas que había que tomar sea quien fuera el gobierno que asumiera. De todas formas, las medidas están ahí. No tenemos las conclusiones. Lo que sí la Iglesia siempre va a propiciar que no se olviden de los pobres y los humildes, lo que el Papa siempre insiste, de que ellos sean los privilegiados y que no paguen el impacto de todas estas medidas.

-Días pasados, el Episcopado estuvo reunido con el Presidente (Mauricio Macri).

-Exactamente. El Episcopado estuvo con el Presidente y le entregó el documento del bicentenario a la vez que le expresó su gran preocupación por el flagelo del narcotráfico.

-¿Qué se pidió con respecto a ese tema?

-Que se articulen medidas para combatirlo y también que se trabaje muchísimo en la prevención. A veces estamos como impotentes frente a una situación que se da en todos lados.

-¿Cómo cree que será la relación entre Francisco y Macri después de todo lo que se dijo?

-En medio de todo esto, recuerdo un detalle: cuando el Papa asumió fue Macri y no estaba dentro de la delegación oficial. Y Francisco igual lo mandó a llamar. En general, me parece que la relación es buena.

-Finalmente, ¿cuál es su mensaje de Navidad para la ciudad?

-El mensaje de Navidad es el central de nuestra fe. Dios que viene a nacer en medio de nosotros. En medio de la noche nace Jesús para traernos la salvación. La salvación viene solamente de él. Es una expresión, en este año particular, de la misericordia de Dios.

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