Sr. Presidente de la Nación Argentina 

Don Mauricio Macri:

La abstención de nuestro país en la Unesco, que permitió la redacción del último documento que sólo reconoce los vínculos del Islam con la Ciudad de Jerusalem, me recuerda en un solo aspecto a la abstención de nuestro país en 1947 cuando se aprobó la Partición de Palestina. Ambas son vergonzantes y sus mentores y facilitadores serán grabados en la letra chica de la historia nacional.

Sr. Presidente, soy Argentino clase 1962 y desde que tengo memoria rezo tres veces por día mirando a Jerusalem, igual que mis hijas y que mis abuelos que llegaron de Aleppo en Siria y de Orzaw en Bielorusia; este último ya rezaba de esa manera desde finales del siglo XIX. Mis antepasados y todas las generaciones del Pueblo de Israel lo hacemos mirando a la Ciudad del Rey David desde hace milenios. Le recuerdo los primeros versículos del Salmo CXXXVII que se refieren al exilio babilónico del siglo III A.C.:

Salmo 137:1-7 "Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos acordándonos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgábamos nuestras liras. Los que allá nos habían llevado cautivos nos pedían cantares; los que nos habían hecho llorar nos pedían alegría, diciendo: “Cántennos algunos de los cánticos de Sion”. ¿Cómo cantaremos las canciones del SEÑOR en tierra de extraños? Si me olvido de ti, oh Jerusalén, que mi mano derecha olvide su destreza. Mi lengua se pegue a mi paladar si no me acuerdo de ti, si no ensalzo a Jerusalén como principal motivo de mi alegría. Acuérdate, oh SEÑOR, de los hijos de Edom que en el día de Jerusalén decían: “¡Arrásenla! ¡Arrásenla hasta los cimientos!”.

Tal vez aquel que no necesitaba dirigir sus rezos a Jerusalem haya sido Jesús o sus apóstoles. Por cierto que no lo hacían porque vivían en Jerusalem como judíos. En definitiva nuestro país desconoce la raíz judeocristiana de la cultura occidental que antecedió en tan solo siete siglos a la llegada del profeta del Islam Mahoma.

Sr. Presidente, para mi hoy es un día de mucho dolor.

Hoy le envié una nota a su Canciller, la Sra. Susana Malcorra y en esa misiva le hacía referencia a otra nota que publiqué en Facebook, en la página de Unesco en español. Le adjunto la misma, al tiempo que me despido desilusionado y malherido en mi dignidad como Argentino y Judío.

Estimada Canciller Susana Malcorra:

El voto de nuestro país respecto a la declaración de Unesco que niega lazos al pueblo judío con Jerusalem va en consonancia con aquella abstención de 1947 sobre la Partición de Palestina. Ambas constituyen una vergüenza y una inmoralidad. En lo que refiere a su gestión, la cual valoro y apoyo en general, hubiera esperado que habiéndose despojado de la carga que significaba sostener una candidatura en ONU, le hubiera impreso un manto de honestidad intelectual a la votación de semejante libelo.

Aprovecho para compartirle el texto que introduje como comentario en la página de Facebook de Unesco en español que dice así:

Estimados representantes de la cultura de la humanidad UNESCO:

Quiero expresarles mi más sincero y visceral repudio a vuestra última declaración en la que niegan el vínculo del Pueblo Judío con la ciudad de Jerusalem.

Son la vergüenza del género humano!

Vuestra declaración es falsa y carente de cualquier valor histórico y más aún de moral.

Si la cultura es uno de los logros de nuestra especie que nos diferenció del resto del reino animal, ustedes son el ejemplo de nuestros lazos ancestrales, ya que en vosotros reside tanto más una bestia que algún rasgo virtuoso o distintivo de lo humano.

Hoy es un día muy triste para la civilización que marca el comienzo del fin para la institución que ustedes integran y que bien podría clasificarse como un exponente más de las organizaciones tercermundistas de los años setenta.

Me despido de ustedes con un formal pedido de desafiliación. Por favor no me representen más! Si se autoproclaman representantes de la diversidad humana, tengan en cuenta que me borré de vuestra lista.

Atte. y con el mayor de los desprecios. 

Rubén Daniel Cheistwer

Ciudadano Argentino 

D.N.I. 16.245.858