El tren fantasma de “Hay 2019”

El tren fantasma de “Hay 2019”

El sector que crearon Capitanich y Rodríguez Saá dispuso a Aníbal Fernández, Baldomero Álvarez y Guillermo Moreno como sus representantes en la Provincia. La designación ya generó malestar y produjo quiebres.

El peronismo, como movimiento, tiene una tarea puertas adentro: buscar los candidatos o los nombres que lo posicionen como una opción electoral. En ese marco, ya hace algún tiempo surgió un espacio que se autoproclama federal, y aprovechó la ley de Responsabilidad Fiscal, firmada por el Gobierno nacional con los gobernadores, para salir a la luz con su primera crítica contra la gestión de Mauricio Macri.

Se trata de lo que surgió solo como una foto, y que después se llamó Grupo Resistencia para pasar a quedar bajo el rótulo de “HAY 2019”. Claro, por la impronta federal, los líderes del sector pertenecen al interior profundo: el intendente de Resistencia (Chaco), Jorge Capitanich; y el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, quien por su rol al mando de una provincia tiene un paso de ventaja sobre su compañero.

El objetivo, expresado por el chaqueño y el puntano, es sencillo: establecer una opción con base peronista y buena relación con el kirchnerismo, para competir en el 2019 contra Cambiemos. Además, que la impronta sea federal, y se diferencie del tridente que ellos denominan como “porteño” y que conforman Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.

El primer paso ya se hizo, instalar el sector para que se avance en la segunda etapa y que la rosca se convierta en la gran protagonista. Así, el armado federal empezó la etapa de desembarco en otras regiones para convertirse en una opción seria. Allí, la provincia de Buenos Aires y su cau-dal electoral son una pieza clave para cual-quiera que quiera evitar pasar vergüenza en una disputa nacional.

De esa manera, Rodríguez Saá y Capitanich movieron las piezas para llegar al territorio bonaerense. Si bien, en un principio, contaron con el apoyo de algunos intendentes ligados al kirchnerismo, sus figuras se alejaron cada vez más (ver cuadro) y el armado quedó en otras manos.

Por un lado, el puntano decidió ubicar al frente de la Casa de San Luis en Buenos Aires al ex vicegobernador Gabriel Mariotto, para que conduzca la relación institucional. En tanto, el armado territorial y político quedó nada más y na-da menos que para un trío con baja reputación sobre sus apellidos: Aníbal Fernández, Guillermo Moreno y Baldomero “Cacho” Álvarez. Dos peronistas kirchneristas y el exintendente de Avellaneda, que supo jugar con Sergio Massa, con Daniel Scioli y con cualquier armado del peronismo ortodoxo que le dé algo de poder en el Conurbano. Son los encargados de llevar el “HAY 2019”  al suelo provincial  y posicionarse como interlocutores exclusivos. Incluso, con el paso de los actos, se animaron a ser oradores, como ocurrió con el excandidato a Gobernador en el encuentro en Lomas de Zamora.

“Alberto (Rodríguez Saá) decidió que la rosca la manejen estos tipos”, le dijo a La Tecla uno de los que fogonearon las prime-ras reuniones del sector al inicio del año, y luego decidió aceitar la relación con Unidad Ciudadana para alejarse de la conducción bonaerense. “No quiere que alguno de su entorno se revele y arme lío, por eso juega con la vieja política, para dar una señal”, explica el mismo dirigente que cuestiona la decisión del manda-más puntano, ya que “es un armado que no tracciona, la gente no los quiere ver más”.

El asesor con pasado montonero

A la par de la elección de los armadores bonaerenses, el gobernador de San Luis decidió nombrar como asesor gubernamental, nada más y nada menos, que a Fernando Vaca Narvaja, recordado por ser uno de los líderes del movimiento Montoneros. El nombramiento le valió fuertes críticas en su terruño y fue uno de los motivos del alejamiento de algunos dirigentes.

 

Los inicios, con una mirada en la juventud

La construcción del espacio “HAY 2019” comenzó a pergeñarse en San Luis durante 2017, mientras se llevaba adelante la disputa por las elecciones de medio término, con Buenos Aires como el foco central de atención. Allí, Alberto Rodríguez Saá aprovechó para tender líneas con dirigentes en el territorio bonaerense y empezar a tantear el escenario para la disputa presidencial.

En aquella oportunidad, la candidatura a diputado nacional de Nicolás Rodríguez Saá, quien conducía los hilos de la Casa puntana en Buenos Aires e integraba la lista de Unidad Ciudadana, fue un trampolín para que “el Alberto” lleve adelante reuniones en el Conurbano con actores del peronismo y del kirchnerismo.

Con el extitular de la Casa de San Luis como intermediario, el gobernador puntano logró unir lazos con Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gustavo Menéndez (Merlo), Verónica Magario (La Matanza) y Walter Festa (Moreno), entre otros intendentes y diputados como Máximo Kirchner, Mayra Mendoza y Juliana di Tullio.

Sin embargo, con el 2018 en plena circulación, el mandamás decidió dar un giro y dejar de lado la construcción juvenil para abrazar a los polémicos actores.

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