María Eugenia Vidal anunciará en los próximos días un aumento de las asignaciones familiares y los distintos programas sociales en sintonía con la inflación.

Según pudo saber LPO, en el gobierno esperan el momento exacto para oficializar la medida y capitalizar el anuncio. Desde el gobierno mantienen hermetismo pero fuentes de La Plata aseguran que la suba rondará entre un 20 y 25%, según los programas sociales afectados.

Por estas horas, en el gobierno definen los detalles del aumento en una mesa en la que participan los distintos ministerios afectados. Se sabe que la decisión final de las subas queda en manos de la Gobernadora y el ministro de Economía, Hernán Lacunza, que cada vez impone mayor dureza para contener el déficit de la provincia.

El último aumento importante en los beneficios sociales ocurrió en septiembre del año pasado cuando el gobierno dispuso una suba del 13% en la jubilación mínima para los beneficiarios bonaerenses y de un 20% en las asignaciones familiares.

El anuncio llegará después que la Iglesia trazara un lapidario diagnóstico de la situación social en la provincia de Buenos Aires y le reclamara a la Gobernadora "sensibilidad social".

El viernes, sentado al lado de Vidal, monseñor Jorge Lugones -un obispo cercano al Papa Francisco- sorprendió con fuertes críticas hacia las políticas sociales de la provincia.

El párrafo más duro del obispo de Lomas de Zamora fue cuando hacía referencia a los despidos en las fábricas. "Están bien los verbos ‘estar' y ‘hacer', pero lo importante es sentir y tener sensibilidad social", disparó.

Vidal había asegurado minutos antes de las palabras de Lugones que "hacer y estar tienen que ser hechos concretos. La inclusión no es un discurso: al final del día, la discusión sobre la inclusión es te importa o no te importa, te ocupás o no te ocupás, tan concreto como un plato de comida", sostuvo la Gobernadora.

Más tarde, Lugones destacó que "vivimos situaciones sociales difíciles. Los problemas son acuciantes". También aseveró que existe un número importante de indigentes "que no tienen chance. Y esto nos duele".

"Hoy vivimos despidos y suspensiones. Nos golpean continuamente la puerta hermanos y hermanas que están perdiendo el trabajo. Fueron suspendidos y no tienen cómo llevar el pan a la casa", dijo.

Allí fue cuando reclamó a Vidal y Stanley -como representantes del gobierno- "sentir y tener sensibilidad social". Lo que llamó la atención es que cuando Lugones dijo terminó esa frase fue ovacionado por unas 450 personas que colmaban el salón del clásico hotel '13 de julio' de Mar del Plata.