Tras el caso Chaco, el Gobierno sale a contener a los radicales

Tras el caso Chaco, el Gobierno sale a contener a los radicales

Macri y Peña recibieron a referentes nacionales y Frigerio a legisladores. Exigen respetar la marca Cambiemos.

El Gobierno dedicó toda la semana a evitar una crisis con la UCR por el armado de listas legislativas, que tuvo su primer capítulo en Chaco, con la disputa judicial ganada por Ángel Rozas que impuso su lista de radicales puros y terminó enchastrado en una disputa por la marca Cambiemos con el PRO y la Coalición Cívica.

Ese desenlace tan poco coherente con el concepto de "equipo" encendió luces rojas en la Casa Rosada y es lo que quieren evitar Mauricio Macri y Marcos Peña, defensores de la marca que los llevó al Gobierno y según sus encuestas continúa siendo la insignia política más aceptada del país.

 

Con esos números, la estrategia del Gobierno para octubre es vender Cambiemos como la marca más elegida del país, porque el peronismo, al margen de su suerte, competirá con múltiples nomeclauras y no tendrá argumentos para vender un triunfo nacional.

 

El presidente y del Jefe de Gabinete se los dijeron este miércoles a los líderes nacionales de la UCR a quienes recibieron en la Quinta de Olivos en un encuentro reservado. Y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, lo reiteró ante legisladores radicales de todo el país que lo visitaron en su despacho este jueves.

 

Lejos de proyecciones exitistas, los radicales disputan cada lugar en las listas y las primeras peleas se desataron en elecciones provinciales desdobladas, que deben definir sus nóminas por estos días, como el caso de Chaco y La Rioja.

 

El martes, Peña recibió en su despacho a los cuatro líderes de la UCR reconocidos por el Gobierno: Ernesto Sanz; los jefes de los bloques legislativos, Angel Rozas y el diputado Mario Negri; y el presidente del Comité nacional José María del Corral, quien tampoco logra cerrar una lista única en Santa Fe.

 

Convertido en el principal armador político del Gobierno, el jefe de Gabinete se tomó una hora para repasar el panorama de cada provincia y no tuvo la mejor la devolución: En casi todas había conflictos para acordar lisas de unidad.

Hay casos preocupantes. En la provincia de Buenos Aires el problema ya no es tanto las listas nacionales (Ricardo Alfonsín sigue rebelde, pero ya nadie lo escucha) sino las locales, donde los intendentes de Cambiemos, sean radicales o macristas, no quieren dar internas, como el caso de Tandil. 

 

En Córdoba hay un pool contra el intendente de Córdoba, Ramón Mestre, integrado por Negri, Aguad y el macrista Nicolás Massot.

 

El gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo no quiere ceder ningún lugar (el cobista Luis Petri tendría destino en el Ministerio de Seguridad) y no hay consensos a la vista en Santiago del Estero y Corrientes, que este año eligen gobernador. Corrientes también elige intendente en su capital y el peronismo se está reagrupando.

 

Preocupado, Macri invitó a Negri, Rozas y Del Corral a la quinta de Olivos, donde intentó contenerlos y les adelantó que Elisa Carrió ya no era un problema porque unas horas más tarde ratificaría en TN que competiría por la Ciudad de Buenos Aires, como ocurrió.

 

Un ejemplo de adoctrinamiento que pidió imitar. Sanz no pudo ir, justamente, porque estaba participando del acto de "radicales en Cambiemos" de la Ciudad de Buenos Aires, armado para marcarle la cancha a Martín Lousteau.

Como el problema no es tanto la superestructura sino el llano, Frigerio lideró este jueves una reunión con legisladores radicales de todo el país con una consigna clara pero difícil: Convencer a los radicales que ya no son oposición, sino parte del gobierno.

 

"Necesitamos el compromiso de todos ustedes en la defensa mediática y territorial de la gestión de Cambiemos", les pidió el ministro y les recordó un dato que en el Gobierno creen que los radicales olvidan seguido: Ello tienen cuatro ministros nacionales, los dos jefes de los bloques legislativos y el presidente del Banco Nación. "Ustedes son el Gobierno", los motivó.

 

Algunos legisladores provinciales presentes fueron Orlando Arduh, Ricardo Carbajal, Eduardo Castro, Gustavo De Pietro, Javier Fabre, Héctor Gregoret, Liliana Martínez, Walter Molinda, Claudia Moyano, Juan Nosiglia, Marta Seleón, Jorge Sosa, Pablo Villalon, Vanesa Zuccari, Pablo Blanco, Jaime Díaz, Fernando Perello, Carlos Irrazabal, Norma Pastor y Alejandro Cacece.

 

 

 

En Interior pispiaron que en muchos distritos hay radicales acostumbrados a ser oposición y poco interesados en cambiar de rol. Les explicaron que lo mejor era intentarlo.

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