Tercer día: concluyeron el análisis de la formación en los seminarios

Tercer día: concluyeron el análisis de la formación en los seminarios

Durante el tercer día de deliberaciones de la 110° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, los obispos continuaron dialogando sobre la formación de los futuros sacerdotes. 

 En el transcurso de la mañana se trabajó en grupos intentando identificar respuestas a los desafíos de la formación inicial de los presbíteros. Se formularon propuestas de acciones pedagógicas a nivel de seminarios, diócesis y Conferencia Episcopal en las diversas dimensiones: humana, intelectual, espiritual, pastoral y comunitaria.

Al respecto, Mons. Sergio Buenanueva, presidente de la Comisión Episcopal de Ministerios, comentó que “la formación de los futuros sacerdotes es siempre una preocupación de los obispos, pero en este año la Conferencia Episcopal ha querido dedicarle un tiempo especial”. Recordó que este proceso “se inició el año pasado con una gran consulta a todos los obispos y equipos de formadores ya que hay alrededor de 30 seminarios en Argentina”. “Recogimos muchas respuestas, muy buenas, que nos ayudó a preparar una mirada muy amplia sobre cómo están nuestros seminarios. En la Asamblea pasada de abril nos detuvimos a mirar estos resultados para detectar los desafíos que hoy tiene la formación tanto en la dimensión humana, intelectual, espiritual, pastoral y también comunitaria”.

Mons. Buenanueva explicó que en esta Asamblea “con la ayuda del obispo Jorge Patrón Wong, que es un obispo mexicano pero que trabaja en la Congregación del Clero en Roma en la Secretaría para los Seminarios, hemos tratado de revisar qué está enseñando hoy la Iglesia sobre la formación sacerdotal”.

Comentó que “los obispos hemos trabajado en grupos para ver cómo aplicar esta enseñanza y a responder a estos desafíos. Ha sido un trabajo muy intenso, con mucho entusiasmo, por parte de los obispos, y esperamos que el buen resultado de este trabajo nos ayude a actualizar las normas que tiene la Conferencia Episcopal para la formación sacerdotal. Los nuevos tiempos, la nueva evangelización, sacerdotes renovados, exige que nosotros también nos actualicemos en esta tarea tan importante”, dijo el obispo de San Francisco.

Sobre la continuidad del trabajo realizado,  comentó que “ahora culminamos el proceso previstos en estos tres pasos: ver, juzgar y obrar. La Comisión Episcopal de Ministerios recogerá este material y haremos una devolución a los obispos y equipos de formadores y cuando la Congregación nos entregue la nueva Ratio, que es el documento universal que rige la formación sacerdotal, tendremos que adaptarlo a nuestro país. Con el trabajo de este año tendremos un camino hecho porque ya contaremos con un diagnóstico muy fuerte de los seminarios y las principales acciones que tenemos que realizar. Pero esto ya lo estamos aprovechando para nuestras propias casas de formación, así que es un trabajo muy fecundo”.

Por la tarde continuó la ponencia de Mons. Jorge Patrón Wong sobre tres temas: “La formación del hombre interior”, “El concepto de discipulado” y “La espiritualidad diocesana”. El obispo mexicano comentó que “hemos platicado con los hermanos de Argentina todo lo positivo que se ha descubierto en el mundo sobre el desarrollo y la formación de los futuros sacerdotes. Y al mismo tiempo los retos, las dificultades, las inquietudes entre los jóvenes, los formadores y el pueblo de Dios. Hemos encontrado una gran sintonía a nivel de la Iglesia universal, desde lo que la Santa Sede percibe, motiva e impulsa y lo que en la Conferencia Episcopal Argentina y la Organización de seminarios estamos experimentando”

Patrón Wong expresó que “estamos en un momento de gracia y bendición porque Dios continúa colocando en el interior de cada joven semillas de servicio, donación y entrega. Es allí donde se descubre la vida como vocación. Primero como la vocación como discípulo, un seguidor de Jesús y desde esa experiencia cada joven tiene la posibilidad de discernir a qué camino concreto, de qué forma pude servir a Jesús, crecer en la amistad con Él y servir a los demás. Porque toda vocación es una vocación al amor y al servicio. Y dentro de estas vocaciones cristianas, laical, de la familia, también está la de la vida consagrada y la vocación sacerdotal, la de ser un buen pastor. Un pastor que refleje el corazón de Cristo para los demás”.

Finalmente, el Secretario para Seminarios del a Congregación para el Clero dijo que “estamos muy contentos porque, por una parte, podemos compartir con la Iglesia de Argentina la riqueza que de la Iglesia universal se recibe en relación a lo vocacional. Y al mismo tiempo nos estamos llevando a la Santa Sede la riqueza, la historia, las tradiciones que ha descubierto el pueblo de Dios en Argentina y que son un mensaje muy claro de apoyo a aquello que el Papa Francisco nos está pidiendo: tener sacerdotes más cercanos a Jesús como discípulos y más cercanos a nuestro pueblo como servidores del Pueblo de Dios”. 

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