por Alver Metalli

La investigación sobre los sacerdotes acusados de pedofilia y refugiados en Paraguay se suspendió. Por lo menos por ahora, porque no será fácil archivar para siempre el material ya recogido por el equipo de “La Nación investiga” que debía ser publicado en sucesivos artículos en el diario La Nación, recientemente adquirido por la familia del presidente de la República, Horacio Cartés. “Nos comunicaron  que por decisión exclusivamente empresarial de los propietarios no se harán las publicaciones”, declaró un periodista del diario. Se refiere a los cinco artículos anunciados en primera página en la edición del domingo 24 de abril, sobre otros tantos sacerdotes argentinos denunciados por abuso sexual “que fueron ocultados en territorio paraguayo protegidos por la Iglesia de ese país”. La complicidad fue decididamente rechazada tanto por el arzobispo de Asunción Edmundo Valenzuela como por el nuncio pontificio Eliseo Ariotti.

La decisión de suspender las publicaciones fue comunicada por la hermana del presidente del Paraguay, Sarah Cartés, que se ocupa personalmente de la dirección de la nueva adquisición mediática, un diario con mediana difusión que se ubica por detrás de los dos principales del Paraguay, ABC y Última Hora, pero que forma parte de un holding compuesto por varios medios, entre ellos una radio y dos publicaciones sensacionalistas, Crónica y Popular, sumado al diario on-line Hoy Digital. Sin embargo, dentro del mismo diario algunos hablan abiertamente de censura y señalan al nuncio vaticano Eliseo Ariotti. El diplomático concedió una larga entrevista a Canal 13 RPC, Red Paraguaya de Comunicación, la radio que tiene más oyentes en el país.

En el audio de la grabación que se publica on-line, el nuncio rechaza con firmeza la acusación de haber solicitado que se suspendiera la investigación: “Le dije [a Sarah Cartés] que no me parecía oportuno publicar cosas que en este momento no son seguras, hasta que no haya un juicio”, e informó luego que contra Carlos Richard Ibáñez Morino se hará un proceso canónico. El diplomático agregó que en el caso del ex sacerdote argentino, el único del que habló la publicación hasta el momento, sí hay seguridad “porque hemos visto la documentación”. Otro punto que desmintió el representante vaticano es haber estado en conocimiento del caso desde hace un año. Monseñor Ariotti aclaró que: “le presentaron documentos fotocopiados poco antes de Navidad” y que las verificaciones que obligatoriamente debe realizar la Nunciatura tienen sus tiempos. Refirió luego que en la conversación que mantuvo con Sarah Cartés, la propietaria de La Nación, “reconoció que habían escrito una frase impropia y me pedían disculpas por esa frase”. Al final del programa radial, cuando el periodista de Canal 13 RPC le preguntó si el Papa Francisco se había comunicado con él por teléfono, el nuncio respondió: “El Papa está informado de todo”.

El caso que literalmente hizo estallar el equipo de “La Nación Investiga”, el primero de los cinco anunciados, se refiere al sacerdote argentino Carlos Richard Ibáñez Morino, que acumula 10 denuncias de abuso sexual presentadas en la década del ’90. Ibáñez Morino siguió ejerciendo el ministerio sacerdotal en el Paraguay, pese a la suspensión a divinisdecidida por el obispo de Villa María, en la provincia de Córdoba, Argentina, monseñor Alfredo Guillermo Disan, el 24 de junio de 1992. En el curso de la investigación, el diario comprobó su actividad sacerdotal impartiendo sacramentos –misas, casamientos, bautismos- en una región del Paraguay entre las ciudades de Villa Elisa, Asunción y San Lorenzo, y en esta última habría celebrado incluso en la catedral. Ibáñez Morino –afirma el diario La Nación- “estuvo en el área reservada a los sacerdotes en el altar erigido en Ñu Guasu, en julio de 2015, para la misa del Papa Francisco en Paraguay”.

Durante la entrevista, en varias oportunidades el nuncio calificó este caso como “extremo”, pero sin el trabajo del equipo de “La Nación Investiga” hubiera seguido oculto.