El Arzobispo de Corrientes visitó ayer al Gobernador y al Intendente capitalino, a quienes felicitó por los esfuerzos realizados para un cierre de año “pacífico” a nivel social. A su vez expresó preocupación por “los problemas de la gente” en situación de vulnerabilidad.
En el marco de su tradicional saludo protocolar de cada fin de año a las autoridades provinciales y capitalinas, el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, atribuyó el grado de “pacificación” social al “esfuerzo” compartido por ambas administraciones para “garantizar” una buena convivencia.
Stanovnik inició su itinerario de visitas oficiales en Casa de Gobierno, donde fue recibido por el titular del Poder Ejecutivo provincial Ricardo Colombi, poco antes de las 9.
Luego de un breve y “hermético” contacto con el Mandatario se dirigió al Palacio Municipal, donde compartió una mesa de diálogo con el intendente Fabián Ríos, su vice Any Pereyra y gran parte del Gabinete del Departamento Ejecutivo (DEM).
Allí, luego del saludo formal, el prelado entregó un documento del papa Francisco alusivo a la importancia de la institución familiar, temática que sirvió sobradamente de disparador para la agenda de cuestiones que abordaron luego.
Agotado el encuentro, Stanovnik relató a la prensa que durante el mismo “hablamos de las dificultades actuales de nuestra gente, de los sectores más vulnerables”, en los que “hay una necesidad de dar respuestas rápidas”, agregó.
No obstante ello, aclaró que “también dimos gracias a Dios por pasar este fin de año en tranquilidad”, lo cual “es señal de esperanza”, reflexionó Stanovnik.
Con vistas al año que viene se esperanzó con que “tengamos respuestas a estas necesidades” y destacó que “se hacen esfuerzos para responder a ellas con urgencia, tanto del Gobernador como del Intendente”.
A su entender, “es mérito de ambos que haya esta tranquilidad aunque también es su responsabilidad”, remarcó.
Pese a ello, lamentó los niveles residuales de violencia social que se manifiestan de diversa manera con asidua frecuencia, y señaló a la familia como la mejor arma para prevenirlos.
En ese sentido, explicó que “no hay ningún organismo, ni la Iglesia, que reemplace lo que le da la familia para aprender a convivir” y, para ello, consideró que “lo principal tiene que ver con aceptar una autoridad”.
“Estas son reglas fundamentales de una sociedad madura. Si no se aceptan determinadas reglas de juego se transforma en un ser violento. Y eso lo da la familia”, ponderó el Monseñor.
La misma receta sugirió para el caso de las adicciones y consideró “importante” el estado de emergencia nacional declarado recientemente en torno a la problemática. “La declaración es importante”, señaló, “porque implica tomar conciencia”, agregó. “Ahora debe haber políticas claras para superar el flagelo”, reclamó.
Declaraciones coincidentes con las expresadas ante la delegación anfitriona encabezada por Ríos, a quienes felicitó por “proteger a los jóvenes del flagelo de las adicciones”, con medidas como la prohibición a la venta de alcohol en las fiestas de estudiantes secundarios, las obras de infraestructura y las políticas sociales destinadas a contener y prevenir el consumo problemático de sustancias.
***
A dos años del armisticio
El gobernador radical Ricardo Colombi y el intendente justicialista Fabián Ríos cumplen hoy, en el “Día de los Inocentes”, dos años de aquel armisticio sellado en 2014, durante el encuentro que mantuvieron en Residencia II.
Fueron dos años en los cuales pusieron a prueba sus respectivos límites de tolerancia, mediante la generación de escenarios extremos, que de todas maneras lograron superar.
Comentá la nota