Solemne misa en la Sagrada Familia por víctimas del atentado

Solemne misa en la Sagrada Familia por víctimas del atentado

El cardenal Omella: «la paz es el mejor alimento de nuestras vidas»; Papa Francisco: «Estoy cerca de ustedes en este momento doloroso»

Por PABLO LOMBÓ

 

«Nuestra presencia en este lugar santo es signo de repulsa del atentado y es oración para pedir a Dios, Padre de toda bondad, que cambie nuestros corazones de piedra y nos dé un corazón de carne». Desde el altar de la Basílica de la Sagrada Familia, el cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella recordó hoy, 20 de agosto de 2017, a las víctimas y a los heridos de los atentados que sacudieron las ciudades de Barcelona y Cambrils el jueves pasado, y en los que perdieron la vida 15 personas.  

 

Participaron en esta misa por la paz y por la recuperación del más de centenar de heridos los Reyes de España, Felipe VI y Leticia, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la alcaldesa de Cambrils (Tarragona), Camí Mendoza. También estaba presente una representación de la comunidad musulmana en Barcelona, además de muchos de los familiares de las víctimas y heridos de los ataques terroristas. Precisamente la Sagrada Familia, la obra maestra del arquitecto Antoní Gaudí, parece haber sido uno de los posibles objetivos del grupo de terroristas que atacó a los paseantes en las Ramblas. Centenares de barceloneses y turistas comenzaron a entrar a la Basílica hacia las 09.00 de la mañana para asistir a la eucaristía, que concelebran el obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull, y el arzobispo emérito de Barcelona, cardenal Lluís Martínez Sistach. 

 

El obispo auxiliar, Taltavull, instó a que todo el dolor vivido en Cataluña esta semana debido a los ataques deje paso a «un nuevo estilo de convivencia que respete los derechos humanos y vele por la dignidad, superando toda diferencia y exclusión». 

 

El cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, proclamó durante su homilía de la Misa solemne en la Sagrada Familia por los atentados en Barcelona y Cambrils que «la unión nos hace fuertes; la división nos corroe y nos destruye». «Es bonito ver que hoy entorno el altar del Señor —continuó— estamos unidos las autoridades supremas del Estado, las autoridades autonómicas y locales, los representantes de las diversas confesiones presentes en nuestra tierra, las diversas instituciones sociales, hombres y mujeres de toda clase y condición social, buena voluntad. És el bonito mosaico sobre el cual se construye una sociedad», y subrayó que «la paz es el mejor alimento de nuestras vidas». 

 

Omella también recordó que Gaudí concibió la Sagrada Familia como «un templo reparador, es decir, un lugar para orar por los pecados del mundo», y se preguntó: «¿no es un pecado gravísimo atentar contra la vida de unos semejantes, de nuestros prójimos, de unos seres inocentes y de niños?». Por ello imploró que Dios «cambie nuestros corazones de piedra y nos dé un corazón de carne, lleno de sentimientos de humanidad, fraternidad, misericordia y de paz». Citando el Evangelio del día, que relata la historia de la mujer cananea que pide a Jesús que interceda por su hija enferma, el arzobispo de Barcelona, pidió al Señor que «que cure a quienes han quedado heridos o destrozados por estos atentados y que conceda a nuestro mundo vivir en paz y concordia». 

 

«Todos hemos recibido en estos días pasados muestras de cercanía y de repulsa por los atentados sufridos en nuestra ciudad de Barcelona y en la ciudad hermana de Cambrils», recordó el purpurado, en primer lugar, el telegrama enviado en nombre del Francisco por el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, en el que el Papa condenó nuevamente «la violencia ciega, que es una ofensa gravísima al Creador, y eleva su oración al Altísimo para que nos ayude a seguir trabajando con determinación por la paz y la concordia en el mundo». 

 

A los fieles reunidos en oración por las víctimas de atentado, el arzobispo de Barcelona reveló haber recibido además otro mensaje del Papa Francisco, el sábado 19 de agosto por la tarde, quien «me dejó un mensaje en el móvil: “Además del mensaje que le envió en nombre mío el cardenal Parolin, de manera particular, quiero personalmente hacerme cercano a usted y acompañarlo en la misa que va a celebrar. Estoy cerca de ustedes en este momento doloroso. Les acompaño mucho. Que Dios les bendiga. Rezo por ustedes y ustedes recen por mí». 

 

«Quiero acabar agradeciendo a las fuerzas de seguridad del Estado, de la autonomía y de Barcelona la generosidad con la que actúan siempre; a los profesionales de la sanidad, su generosidad. Hay mucha reserva de humanidad en nuestra tierra —constató Omella. Da gusto sentirse de esta sociedad, cuando uno ve tanta generosidad. Que la Virgen de la Merced, Patrona de Barcelona, y de Montserrat, Patrona de Cataluña, os acompañen siempre con su amor maternal».

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