Solá: “Se necesita coraje para salir de la crisis”

Solá: “Se necesita coraje para salir de la crisis”

El ex gobernador siente que cuenta con la suficiente experiencia como para conducir los hilos del país. Le pega duro a Macri y apuesta fuerte a la unidad del peronismo. Su visión de la actualidad del país. La reelación con otros líderes del PJ.

Vuelve el felipismo. Muchos de aquellos dirigentes que acompañaron a Solá durante los casi cinco años en los que lideró la Provincia tienen pensado a acompañarlo a recorrer el país en esta caliente previa de 2019. “Acabo de cortar con Arslanián (Carlos)”, dice el ex gobernador cuando se lo consulta por su gente. Y también recuerda a Di Rocco, Mouillerón, Rivara y hasta al propio Florencio Randazzo.

“Quiero que Argentina se encuentre y comience un camino de esperanza. Creo que para salir de esta crisis se necesita un gobierno con el coraje que a este le falta; coraje para tomar decisiones y coraje para escuchar las demandas”, señala ante La Tecla el diputado nacional que anda con ganas de sentarse en el sillón de Rivadavia. Es de los primeros anotados, pero tiene claro que no es el único.

 

-Hay esperanzas de cara a lo que viene. ¿Van a llegar las famosas inversiones en algún momento o es necesario dar un volantazo contundente y cambiar realmente el rumbo?

-A los volantazos hemos andado hasta ahora. No podemos estar en ninguna espera. La idea de esperar las inversiones fracasó. Lo que hay que hacer es reactivar la inversión interna, y para eso hay que reactivar el mercado, hay que ponerle plata en el bolsillo a la gente. No se trata de llegar a niveles de consumo exacerbados en contra de la inversión, sino de volver a hacer  mover el mercado interno. No se puede tener la tasa de interés que se tiene, hay que salir de la trampa financiera, la tasa debe beneficiar al comercio, a la industria. Todo aquel que quiera salir por el lado financiero siempre va a terminar más endeudado. Nunca vi un desastre similar al de estos dos años y medio. Por supuesto que había mucho déficit y el gasto muy alto, pero la salida no era dejar de gastar en Argentina para pagar intereses a los bancos o a los tenedores de bonos.

 

-¿Cómo se convence al empresario para que invierta en el país si las tasas de interés andan por el 40 por ciento?

-Esto ya pasó en el país. Hace falta un gobierno que sea muy realista, muy abierto a las críticas y que tenga coraje, que obviamente no es solamente poner cara de malo y gritar. Se tiene coraje cuando se cambia, cuando se oyen las críticas y se hace caso al que piensa diferente.

-Hoy no hay un líder claro en el peronismo y se ven muchos espacios, incluso oficialistas, de extracción peronista. ¿Ante la falta de ese o esa guía se hace más complicado el camino hacia el futuro?

- Los melones se van acomodando solos, siempre. Y en el peronismo se van a acomodar siempre y cuando haya una premisa, que es ganarle a Macri, que no se repita otro experimento neoliberal. Si respetamos esa premisa, todos somos parte de acuerdos futuros. Nadie es el salvador.

-Está cerquita el futuro.

-Sí, está cerquita. Se van a acelerar algunos acuerdos. Pero para eso hay que eliminar todo tipo de prejuicios.

-Los famosos límites.

-Claro. El límite es Macri. No tengo ninguna duda. Los que quieran hacer otro peronismo que lo digan, los que en vez de hacer la interna quieren armar otro espacio y ser funcionales a Cambiemos, que avisen.

-¿Las encuestas terminan siendo un enemigo de la unidad? Si Urtubey, por nombrar uno, llega al año que viene con encuestas que los tiene clavado en cinco puntos, se va a ir por afuera; no va a jugar las PASO con Cristina o con Solá…

-Eso va a ser así si Urtubey piensa sólo en Urtubey, pero si juega como dice, pensando en la Patria y respetando, como él señala, su raíz peronista, tiene que ser opositor de verdad y construir una oposición sólida.

-¿Randazzo hizo lo mismo en 2017?

-Lo que viene no es igual a lo que pasó. Tenemos que estar todos juntos.

-Sin límites.

-Absolutamente

-¿Se ve en una interna contra Cristina?

-No pienso de manera tan directa en la elección. Sí aceptaría juntarme con los que le quieran corregir el rumbo a este gobierno.

-¿Se imagina como compañero de fórmula de Cristina, como Vice?

-No.

-¿Supongamos que Cristina no juega, crees que contás con su apoyo?

-Primero, no veo porqué tenga que apoyarme, no tiene ninguna obligación. Segundo, me veo como parte de la construcción de una oposición que pueda gobernar. Tengo experiencia, fui gobernador de la Provincia, entonces digo que lo puedo hacer, pero no soy el único. Y reitero, no tengo prejuicios.

-¿Seguro?

-Si los tengo me los tengo que comer. De eso se trata. Esta es una mesa de “todos ponen”. Es lo que está pidiendo el pueblo. A la mayoría de la gente hoy por hoy no le interesa quién va a la interna con quién, están peleando por sobrevivir. Esa gente busca unidad, una unidad en general, sin peronómetro. Podés tener corruptómetro, pero no peronómetro.

-¿Se quedan muchos afuera si se pasa fino el corruptómetro?

-En toda campaña electoral hay que hablar de la corrupción, pasada, presente y futura. Con respecto a este gobierno actual hay que aclarar que han usado una justicia que no es confiable y en segundo lugar echaron mano a la calumnia para convertir a algunos personajes en una especie de mancha venenosa. Por otra parte, existe ahora una tremenda corrupción ligada a lo financiero y a los conflictos de intereses. Quieren naturalizar el lobby como política de estado. Lo que antes estaba totalmente prohibido y es la antiética total, que es defender a una parte en vez de al estado, hoy se quiere naturalizar. ¿Qué pasa? Tenemos ministros lobbystas. Algunos son tan burros, como Aranguren, que se tuvo que ir. Y Sturzzenegger trabajaba todos los días para la inflación, en un gobierno que dice que quiere bajar la inflación. ¿Y Caputo? ¿Qué es sino un lobista? ¿A quién va a responder cuando salga del Banco Central? ¿A la Argentina o a los paraísos financieros?

-¿Y en cuanto al kirchnerismo?

-Hay causas serias, por supuesto, algunas marchan más rápidas que otras. Pero también hay muchos inventos, como el de traición a la patria por el Memorándum con Irán o el del dólar futuro. Y en este último caso, si son culpables los integrantes de la administración kirchnerista, también los son los de la administración Macri.

-Dijo que quiere ganarle a Macri

-Todos tenemos que ganarle a Macri.

-¿No cree que puede presentarse Vidal para presidente?

-No sé. No especulo con eso. El autor de todo este descalabro es Macri y las demás son figuras subordinadas a él.

-¿Cree que sería más difícil ganarle a Vidal?

-Macri yVidal son los mismo, tanto desde el punto de vista ideológico como por el rumbo económico que eligieron.

-La mayoría de las encuestas indican que Vidal tiene mucha mejor imagen que Macri.

-Es un problema de Cambiemos ese, no mío.

-A un año de las elecciones, Cristina permanece en silencio. ¿Es mejor que así sea?

-La ex presidenta ha hablado en el Senado varias veces y produjo un documento sobre el Fondo Monetario. El silencio es relativo. Se sabe lo que piensa.

-Massa está en silencio…

-Yo le aconsejé que hable, pero no lo hace.

-¿Por qué?

-No lo sé. Después de las elecciones han pasado cosas muy graves en el país y tendría que haber hablado al respecto.

-Se está preparando en Estados Unidos, dicen…

-(Silencio).

-Hasta las elecciones pasadas, se veía a Solá como un alfil de Massa, pero hoy ya no.

-Tengo la conducta política que me va indicando el corazón. Yo reacciono más rápido, más fuerte. Soy más apurado y calentón, pero tengo mucho sentido de la justicia y de la responsabilidad. No me voy a quedar esperando a que alguien me diga cuándo tengo que opinar o decir algo.

-Especulando, digamos.

-No critico los otros estilos, el mío es este.

-¿Le duele cuando desde Cambiemos meten a todos los gobiernos peronistas de la Provincia en la misma bolsa?

-Sí, claro que me duele. Me duele que me comparen con Scioli. También me duele que se diga o se piense que el gobierno de Ruckauf fue igual que el de Duhalde o el de Duhalde igual que el de Cafiero. Esa es una mirada torpe y falaz. Cada gobierno es distinto.

-¿Es parte de la estrategia de Cambiemos para obtener votos en la Provincia?

-Por supuesto. Es como si se dijera que Alfonsín es la hiperinflación. No es así. Es mucho más que eso. Es como decir que todos los radicales son De la Rúa. Algunos no (risas).

-¿Fue un error la alianza del FR con Margarita Stolbizer?

-No lo tengo claro. Nunca me pareció demasiado influyente ni en lo malo ni en lo bueno, más allá de su capacidad de trabajo y su militancia. Pero nunca vi el acuerdo ni como una ganancia ni veré como una pérdida que se vaya.

-Que se haya ido…

-No sé. Hay una frontera borrosa ahí (risas).

 

 

“No imaginé en la previa que este Gobierno fuera tan inepto y mentiroso”

 

-¿Imaginaba esta actualidad del país el 9 de diciembre de 2015, un día antes de la asunción de Cambiemos al poder?

-Imaginaba un muy malo diagnóstico sobre cómo es este país, su economía y la medidas necesarias para encaminar las cosas. También me imaginaba, aunque no en semejante medida, una cerrazón ideológica alrededor de la postura ultra neoliberal, creyendo ellos que podían dominar los tiempos endeudándose permanentemente. Eso fue lo que hicieron, más de lo debido. Pero nada de lo que pensaron les salió bien. No imaginé que fueran tan ineptos ni tan mentirosos. Prometieron una lluvia de inversiones en el segundo semestre por ejemplo. Luego los brotes verdes. Y mientras tanto siempre apuntando a la herencia recibida. El cambio y lo nuevo son los dos conceptos que fracasaron en la era Macri. Las políticas que llevan a cabo ya fracasaron antes. Esta gente no es nueva. Son empresarios que han vivido de las finanzas o de los negocios con el estado.

-A pesar de la complicada actualidad del país es mucha la gente que banca a Cambiemos, algunos argumentando que prefieren no llegar a fin de mes antes que vuelva el peronismo o el kirchnerismo. ¿Esto tiene que ver con el trabajo de marketing de Cambiemos, con eso de nunca intentar cerrar la grieta?

-Agitar el fantasma del miedo y fomentar la grieta les sirve más que buscar acuerdos. A través del marketing les dio algún resultado desde el punto de vista electoral. Pero la gente tiene que convencerse de que estamos muy mal. El gobierno que venga se va a encontrar con una situación de corto plazo muy complicada. Eso sí, no tienen que pensar que un nuevo gobierno es la vuelta a algo ya vivido, sino estaríamos siempre gritando en un círculo vicioso. A los que vengan hay que darles chances que tomen parte de las ideas peronistas de los años transcurridos, con otro estilo y sobre todo con una mirada pacificadora e integradora de la Argentina.

-¿Es esa una de las grandes fallas en este país, que cada vez que se cambia de color se cambia todo, lo malo y también lo bueno?

-La clave es pensar que conmigo no empezó nada. Empezará un estilo diferente, pero no los problemas. Y tampoco los grandes y buenos programas. Hemos vivido bueno y malo, somos parte de una continuidad.

 

“Macri no se animó ni siquiera a tratar bien a los familiares del ARA San Juan”

 

-Varias veces se habló de una especie de gran acuerdo nacional, de la convocatoria por parte del gobierno a toda la oposición, incluso hubo alguna foto.

-Macri no se animó ni siquiera a tratar bien a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan. Este gobierno no tuvo grandeza ni para eso. Jamás tuvo interés de llegar a un acuerdo. Macri sólo quiere que le digamos donde tiene que recortar. De eso se está encargando solito, y lo está haciendo muy mal por cierto. No vamos a crecer por el simple hecho de cortar los gastos del estado, no estamos de acuerdo con eso.

-A veces ese corte parece medio a las apuradas, sin mediciones previas, como el caso de Télam, por ejemplo…

-Sí, recortan con un gran nivel de injusticia y brutalidad. El INTI, Télam, Enarsa, Fanazul y tantos otros lugares. A eso hay que sumarle la indiferencia absoluta ante el cierre de comercios, ante la desesperación de la gente por no poder pagar la luz.

-Desde el Gobierno dicen que el empleo crece.

-No es así. Hay creación de desempleo. La tasa es negativa. Lo que hay en realidad es un pase a la informalidad  de empleos formales. Lo que ha subido es el monotributo social, que a las claras no es una muestra de que suba el empleo. La actividad económica ha caído como pocas veces, y una de las causas ha sido la apertura de las importaciones.

 

 

“No nos podemos llevar puesta otra generación de argentinos como en 2001”

 

-¿Va a empezár a salir a caminar fuerte?

-Hasta hace un tiempo caminé de la mano del Grupo Unidad, que se creó en febrero y entre otros lo integraba Alberto Fernández, pero ahora empiezo a salir solo, con mi gente. La idea es recorrer la Argentina y conversar con la gente, ver dónde hay dolor y porqué. El pensamiento que se cuece acá, ya sea a favor o en contra del gobierno, tiene que ser probado en el interior. Las cosas son muy distintas. Pero hay apuro. No puede ser que nos llevemos puesta otra generación de argentinos, como sucedió en 2001. El grito nuestro es que sea “antes que sea demasiado tarde”. Hay que cambiar absolutamente de modelo antes que sea demasiado tarde. La sucesión de vencimientos que hereda el próximo gobierno es tremenda. No vamos a salir adelante si no se renegocia todo eso, y para ese objetivo se necesita un gobierno fuerte. Con el Fondo hay que negociar desde una posición firme. Estos lo hacen de rodillas, pensando que el Fondo tiene razón. Son admiradores del Fondo.

-Esa posición firme puede ser la de Solá.

-Ya nos giraron 15 mil millones. Yo no pienso firmar y aceptar agarrar los 35 mil adicionales. No es la salida, restringen la posibilidad de modificar la economía. Y eso es justamente lo que no piensa este Gobierno. Creen en los planes del Fondo. El problema no son los acuerdos, son quienes hacen esos acuerdos. Néstor Kirchner tuvo superávit primario fiscal y superávit primario comercial. Siempre respetando el empleo, la creación de empleo, protegiendo el entramado económico argentino.

 

Algunos portazos…

 

-Su trayectoria política ha sido bastante irregular, estuvo con Cafiero, Menem, Duhalde, Kirchner, Macri, Massa y ahora quiere volver con el kirchnerismo

-Tengo convicciones personales muy firmes y no tengo miedo de plantearleas. Eso me hizo pegar algunos portazos, pero nunca rompí el diálogo con nadie. En el ballotage voté en contra de Macri.

 

El mayor dolor

-La estación de Avellaneda ahora se lama Darío Santillan y Maximiliano Kosteki. ¿Más allá de la Justicia, cuál cree que fue su responsabilidad en el asesinato de esos jóvenes?

-Fue la situación más dolorosa que viví como gobernador y me siento responsable como máxima autoridad del Ejecutivo. Eso fue lo que convenció de reformar la Policía, un cambio que lamentablemente se suspendió cuando yo me fui. Hoy el autogobierno policial sigue. Otro error de Cambiemos.

 

Primeras medidas…

 

-¿Cuáles serían las primeras medidas que tomaría en caso de consagrarse presidente de la Nación?

-Cancelar la deuda con el Fondo y poner en marcha un plan de reactivación productiva y del consumo.

 

“Voy a apoyar a los intendentes que quieran ir para Gobernador y más si me apoyan a mi”

 

-¿No tiene ninguna intención de candidatearse para Gobernador?

-Quiero muchísimo a Buenos Aires, es mi Provincia. Pero lo que está impactando fuerte hoy a los bonaerenses y a todos los argentinos es la política económica nacional. Ese es el gran problema. A través del marketing le han generado al pueblo expectativas muy elevadas. La estrategia le sirvió a Cambiemos para ganar las elecciones del año pasado, pero hoy no lograr conectar ninguna de esas expectativas, que de a poco se van transformando en una enorme frustración. Por supuesto, si hay algún drama en la Provincia, yo voy a estar ahí, pueden contar con mi experiencia y con mi buena fe.

 

-¿De los intendentes del Conurbano, le gusta alguno para Gobernador?

-Hay compañeros de primera línea con una buena experiencia que están para dar el salto. Por supuesto, todo lo que vea bueno lo voy a apoyar, y en especial si me apoyan a mi (risas).

-¿Qué le dicen estos intendentes?

-Algunos me apoyan muchísimo, como Gustavo Menéndez (Merlo), por ejemplo. Algunos son amigos de hace años, como Luis Andreotti (San Fernando), Gabriel Katopodis (General San Martín). Por supuesto, aún hay un gran nivel de especulación. Lo que quieren los jefes comunales es garantizar su elección local. Y hay que admitir que en el peronismo hay una gran incertidumbre, con la que tenemos que convivir hasta que lleguen las definiciones.

-Lo mismo sucedió en la previa de 2017, con el randazzismo y el kirchnerismo…

-El Frente Renovador también hizo su juego. Visto a la distancia hubiese sido mejor que jugáramos todos juntos. Tal vez evitábamos semejante endeudamiento en la Provincia.

 

“Si quieren dividir los municipios, hay que preguntarles primero a los futuros divididos”

 

-¿Hay que dividir los grandes municipios del Conurbano como La Matanza, Lomas de Zamora, Almirante Brown?

-Hay dos opiniones. Una es tecnocrática y es válida, que tiene que ver con que estos distritos son demasiados grandes como para poder abarcar todo desde una administración centralizada en la cabecera. La otra es política, que también debe ser respetada, porque la política son la relación de poder y los sentimientos. Los matanceros no quieren que los dividan. Les va a costar mucho ese tema. Es así. Pero en general, las anteriores divisiones, como la de lo que era Sarmiento, la creación de Ezeiza, la escisión de Morón, han sido correctas. Es demasiada gente. De todos modos, insisto con que hay que tener en cuenta de los futuros divididos.

Grandes diferencias…

“Lo grave es ir por la General Paz con rumbo sur y pensar que a tu derecha hay gente que tiene un ingreso fiscal por habitante quince veces menos que el de la izquierda. Es una locura. Lo que pasa con Moreno, por ejemplo, es tremendo. Tiene un presupuesto para 300 mil habitantes y son 700 mil. No hay ninguna posibilidad de que el estado haga obra pública y mejore las cosas. Es una gran discriminación en comparación con Capital Federal”, reflexiona Solá.

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