Sobreviviente del genocidio yazidí: “Los judíos son un ejemplo para nosotros”

Sobreviviente del genocidio yazidí: “Los judíos son un ejemplo para nosotros”

 No es necesario saber kurdo para entender la tristeza que ha penetrado en el alma de Nadia Murad. En agosto de 2014 Murad fue capturada por ISIS en su pueblo de Kocho, Irak y vendida a la esclavitud sexual donde fue testigo de atrocidades inenarrables. 

 

Hoy es refugiada yazidí. Es una de las 5.200 personas Yazidi secuestradas por el Estado Islámico en Irak, cuyas vidas fueron destrozadas porque los extremistas religiosos las vieron como “kafir” o “no creyentes”. Sus sueños de ser maestra fueron destruidos en un instante hace tres años, cuando ISIS avanzó rápidamente por su pueblo, asesinó a seis de sus hermanos y la mantuvo cautiva durante meses. Su captor no cerró una puerta y fue su puerta de entrada a la libertad. Cuando escapó, encontró su camino a un campo de refugiados y ahora es una de los más de mil yazidis aceptados en un programa de asilo de refugiados en Alemania.

Murad, el valor de contar sus experiencias a audiencias internacionales en todo el mundo es extraordinario.

Fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad por Naciones Unidas el año pasado como defensora de su pueblo y está explicando al mundo que los crímenes contra ellos no deben quedar impunes.

Con la ayuda de organizaciones como IsraAID, que ella llama “más funcional que muchos gobiernos”, y Yazda, una organización sin fines de lucro formada para ayudar a las víctimas del genocidio, ha sido capaz de contar su historia a una audiencia global. Para Murad, los paralelismos entre la experiencia yazidi y la judía en Europa hace 70 años son sorprendentes.

“Creemos que nuestro caso es relevante para lo que han pasado en el Holocausto, es exactamente lo que estamos pasando”, dijo Murad a The Jerusalem Post a través de un traductor, la semana pasada en Tel Aviv. “Creemos que van a entender nuestro caso más que nadie. Hemos estado en muchos países, reuniéndonos con gobiernos en busca de ayuda para las comunidades Yazidi. Siempre quise venir aquí a Israel, muchas víctimas querían venir y pedir ayuda del gobierno y del pueblo de Israel“. Con la ayuda de las organizaciones de derechos humanos mencionadas anteriormente, así como del miembro de la Knesset Ksenia Svetlova que organiza una conferencia en la Knesset el lunes en recuerdo del genocidio, Murad está aquí para crear conciencia de lo que se hizo a su comunidad.

Sus actividades de promoción pública en todo el país incluyen visitas a Yad Vashem, hablar a una delegación de jóvenes mujeres profesionales auspiciada por el Comité Judío Americano y hablar en Beit Hatfutsot en Tel Aviv el martes.

En muchos sentidos, la resiliencia judía después del Holocausto ha servido como faro de esperanza para las personas cuyas vidas se han desgarrado desde el surgimiento de ISIS hace tres años, argumenta Murad. En agosto de 2014 varios cientos de miles de Yazidis huyeron de sus pueblos y aldeas en el norte de Irak, muchos de los cuales terminaron viviendo en campamentos de desplazados en la región del Kurdistán. Miles de personas fueron asesinadas por ISIS y enterradas en cuarenta fosas comunes en escenas similares a las del Holocausto de 1941-42, mientras los escuadrones de la muerte Einsatzgruppen de Alemania mataban judíos en la Unión Soviética.

Murad, como muchos en su comunidad, está ansiosa por aprender de Israel para ver cómo fueron capaces los judíos de construir de nuevo después de tal devastación.

“Antes de este genocidio, tenía poca información sobre la comunidad judía porque no tenemos muchos judíos en Irak”, explicó. “Tenía cero conocimiento sobre la comunidad hasta que empecé esta campaña y vi que las comunidades judías nos apoyaban“. Como ejemplo, recuerda una reunión transformadora con la abuela del director australiano de Yazda, quien fue un sobreviviente del Holocausto.

“Nikki [Marczak, el director australiano de Yazda] me llevó a Australia para conocer a su abuela, para ver su capacidad de recuperación y cómo reconstruir sus comunidades. Su capacidad para mantenerse fuerte y conservar su cultura … es un ejemplo. Personalmente me enamoré de eso, los judíos son un ejemplo, debemos hacer lo mismo”, dijo.

Yotam Polizer, Co-Director Ejecutivo de IsraAID está de acuerdo con esa evaluación. Recordó que trabajaba en campos de refugiados griegos donde solían venir Yazidis y le decían que el primer país al que desean ir es Israel.

Polizer supuso que les interesaba Israel debido al deseo de apoyo financiero. Estaba equivocado cuando le dijeron inequívocamente: “No queremos su dinero, queremos su tutoría“. Apoyar la iniciativa de Murad entonces, era natural para IsraAID y pudieron traerla aquí a Israel. “No somos una organización basada en la fe, pero nos guían los valores judíos y nosotros también encontramos esta conexión especial entre el pueblo judío y el yazidi”, dijo Polizer.

Según MK Svetlova del partido Unión Sionista, el concepto “nunca más” que se entonó después del Holocausto significa que “la gente nunca permaneciera impasible mientras se cometieran crímenes contra la humanidad, dijo al Post. Sin embargo, en 2014 la inmensa masacre de Yazidis ocurrió y lamenta que no se haya hecho nada para impedirla. “Por eso es una obligación moral del Estado de Israel reconocer este terrible crimen debido a nuestra historia… tenemos obligación de apoyar a todas las personas del mundo en tiempos de crisis como ésta”. Después de dos años hablando en público, Murad, como muchos otros de su pueblo, añora volver a casa. “Muchos de nuestra gente siguen en campos de refugiados. Tenemos esperanza por ellos. No todos serán aceptados en asilo. Pero quienes deseen regresar, esperamos que encuentren que se hace justicia con ellos“, dijo

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