“Hay una situación social difícil y no se ve un camino de salida”

“Hay una situación social difícil y no se ve un camino de salida”

El obispo Adolfo Uriona advirtió que la demanda en las parroquias sigue en crecimiento y que las capacidades de respuesta son limitadas. 

Definió a Río Cuarto como “una ciudad contrastante” Las dificultades económicas, especialmente concentradas en un proceso inflacionario que desgasta la capacidad de compra de los ingresos de familias que integran los sectores medios bajos y bajos, están generando dificultades en esos segmentos poblacionales que repercuten en las áreas sociales de los tres niveles estatales y también en organizaciones civiles y la propia Iglesia.

En las parroquias más cercanas a los barrios periféricos y más humildes la demanda viene en constante crecimiento, especialmente de alimentos. Es un proceso que viene en alza y no se detiene, según remarcan los sacerdotes que conviven en esos lugares.

Así lo reiteró ayer el obispo Adolfo Uriona, quien hizo una descripción del momento actual en una entrevista en Café Digital, el programa radial que se emite por el 91.9: “Estamos viviendo una situación social muy pero muy difícil. No se ve mucho camino de salida. Y la Iglesia a través de las Cáritas parroquiales o las Cáritas de las capillas o la misma Cáritas diocesana se ve muy demandada”, señaló. 

Además, destacó la situación particular que padecen los habitantes del norte argentino: “Hay también situaciones graves en otros sentidos, como por ejemplo lo que ocurre en el norte del país con las inundaciones, que por ahí se conoce poco pero esas poblaciones viven un drama muy fuerte en el norte de Salta que se suma a la situación social difícil que vive nuestra gente”, insistió Uriona.

En las declaraciones radiales, el obispo de Río Cuarto explicó que “en Río Cuarto se ve sobre todo en los barrios marginales. Es una ciudad contrastante, con gente que está muy bien y zonas que están muy carenciadas”, describió.

Al señalar las demandas que llegan a las parroquias, Uriona dijo que son “las clásicas demandas que tenemos de merenderos de Cáritas, los lugares para apoyo escolar donde también reciben alimentación y que crecen día a día. Y nosotros tratamos de ayudar dentro de nuestras posibilidades, que muchas veces son insuficientes”, concluyó él obispo Uriona.

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