Sindicalistas del mundo al Vaticano, con un guiño a Argentina

Sindicalistas del mundo al Vaticano, con un guiño a Argentina

El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral alista una cumbre que reunirá a 200 representantes de organizaciones sindicales del mundo. La presencia argentina está garantizada, pero la asistencia del Papa aún no

Sindicalistas del mundo al Vaticano. Bajo la pregunta “¿Por qué el mundo del trabajo sigue siendo la clave del desarrollo en el mundo global?”, más de 200 representantes de organizaciones sindicales de 40 países distintos se reunirán en el Aula Nueva del Sínodo los días 23 y 24 de noviembre. El encuentro es convocado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el organismo creado en el actual pontificado y que conduce algunas de las iniciativas que más le gustan a Francisco.  

 

Guiado por el cardenal africano Peter Turkson, esa oficina está afinando los últimos detalles de la reunión que llevará por título: “El trabajo y el movimiento de los trabajadores en el centro del desarrollo humano integral, sostenible y solidario”. Ese mismo ente vaticano acaba de organizar un simposio internacional sobre armas nucleares, con la presencia de 11 premios Nobel de la Paz, entre ellos el argentino Adolfo Pérez Esquivel. 

 

Antes, el dicasterio se involucró en la convocatoria de los históricos encuentros del Papa con los movimientos populares. Reuniones que le permitieron a Francisco marcar línea sobre el reclamo de las “tres T”: Tierra, techo y trabajo. Con esa sección vaticana y con el cardenal Turkson colabora asiduamente Juan Grabois, referente del Movimiento de los Trabajadores Excluidos. 

 

Siguiendo en esa línea, esta convocatoria a sindicalistas busca “generar espacios de encuentro y reflexión entre organizaciones sindicales de las distintas regiones del mundo”. Según los organizadores, “referentes, líderes y representantes de trabajadores y sindicatos del mundo” van a “debatir y compartir experiencias significativas de las organizaciones sindicales y acordar compromisos para la construcción de una sociedad basada en la dignidad de las personas y de los pueblos”. 

 

“Este encuentro se enmarca en la celebración de los 50 años de la publicación de la encíclica Populorum Progressio del Papa Beato Pablo VI sobre el Desarrollo de los Pueblos y de la invitación del Papa Francisco en la encíclica Laudato Si’ a cuidar nuestra casa común, que incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo humano sostenible, integral y solidario”, añadieron. 

 

En un contexto de efervescencia política en Argentina, observadores miran de reojo esta reunión. Una convocatoria de origen eclesiástico, más bien simbólica. Entre los invitados argentinos destacan Héctor Daer, secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina; Pablo Micheli, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma; Norberto Di Próspero, secretario general de la Asociación del Personal Legislativo; Omar Viviani, jefe del Sindicato de Peones de Taxis; Abel Frutos, titular de la Federación Argentina y Unión del Personal de Panaderías y Afines (Fauppa) y Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires. La lista de quienes efectivamente asistirán todavía se está configurando. 

 

 

 

 

Pablo Moyano, secretario adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones y referente de la CGT podría aceptar la invitación, aunque en un primer momento no lo habían convidado. Pero él tiene su propio canal abierto con el Papa. Apenas hace unos días estuvo en Roma acompañado por una delegación de su gremio. Participó, ubicado en primera fila, en la audiencia pública papal y al terminar la misma Francisco pasó con su grupo más de 12 minutos. Intercambió saludos, chistes y gestos. Cuando el pontífice le preguntó cómo estaba su padre y cómo andaban las cosas, Moyano le respondió: “Estamos luchando contra la reforma laboral que se viene”.  

 

Ese mismo día, miércoles 8 de noviembre, la delegación de camioneros fue recibida en la Casina Pío IV, la sede de la Pontificia Academia de las Ciencias ubicada en el corazón del Vaticano. Los sindicalistas ingresaron por la Puerta de Santa Ana y recorrieron el territorio del Estado Pontificio en medio de una sugestiva penumbra. No todos logran conocer las calles adoquinadas de la colina vaticana de día, mucho menos de noche.  

 

Ellos tenían una invitación a cenar en la Casina, para homenajear al recolector Maximiliano Acuña, quien perdió las piernas en un trágico accidente y que sobrevivió gracias a un pacto con Dios, según él mismo cuenta. Allí los recibió el “dueño” de casa, el canciller de las Academias, Marcelo Sánchez Sorondo. Al lado de este arzobispo argentino, en una larga mesa donde se ubicaron los 30 comensales, se colocó Gustavo Vera, referente de la organización La Alameda y amigo de vieja data de Jorge Mario Bergoglio. 

 

 

 

 

El Papa había quedado conforme con su saludo a los camioneros, especialmente por el abrazo a Acuña. Así lo hizo saber a Vera. La cena en la Casina transcurrió entre fotos del recuerdo, historias de vida, brindis a la salud de Francisco y preocupación por la realidad argentina. Con un risotto mantecado y carne asada en el menú.  

 

Pocas horas antes, desde Roma, Moyano había tenido que intervenir sobre el proyecto de reforma laboral en la Argentina, ante los rumores de que la Confederación General del Trabajo, de la cual es secretario gremial, había llegado a un consenso con el gobierno. Mediante un comunicado, que redactó en la capital italiana, desestimó esas versiones y aseguró que “se cortarían las manos” antes de “firmar una reforma en contra de los trabajadores”.  

 

En ese contexto de tensión, entre los sindicalistas más proclives al acuerdo con el gobierno y aquellos que se oponen de lleno a la reforma que propone la administración del presidente Mauricio Macri, aquella frase de Moyano al Papa retumbó más en Buenos Aires que en la Plaza de San Pedro. Pronto vendrán otros gestos. Este jueves 16 de noviembre está previsto un nuevo encuentro con los mismos protagonistas. Esta vez en la sede de la CGT de la capital argentina. Sánchez Sorondo será ahora huésped de Moyano, con Vera nuevamente como testigo.  

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