Semana Santa en Ayacucho: una experiencia increíble

Semana Santa en Ayacucho: una experiencia increíble

El lugar donde la fiesta de resurrección se celebra con una impresionante pirámide de velas

Por ESTHER NÚÑEZ BALBÍN 

Víctor Hurtado tiene lista el anda del Señor de la Resurrección. Más de 16 mil flores y 2 mil choclos de cera adornan a esta advocación, que luce resplandeciente ataviada con 3 mil velas y la misma cantidad de hojas incrustadas a los extremos de esta majestuosa pirámide que pesa 7 mil kilos.

Son 500 las personas que esperan detrás de la puerta de la catedral para llevar a cuestas esta impresionante anda que mide más de 15 m de alto y 9 de largo.

Las puertas del templo se abrieron a las 4 de la mañana para ver salir en medio de la penumbra al Señor de la Resurrección ante el asombro de los peregrinos. El Señor de la Resurrección esta sostenido por 4 troncos gruesos de eucalipto y la estructura está hecha a base de mage (tronco liviano que no tiene peso).

Un pueblo que camina hacia cristo en Pascua.

Desde hace tres meses más de 100 ayacuchanos prepararon todas las figuras de cera y la estructura de esta anda única en Perú. La tradición de celebrar al Cristo resucitado se realiza en, esta ciudad de artesanos, desde hace 300 años. Víctor y su familia se encargan de adornar el anda desde hace 50 años.

“Somos los responsables de conducir la fe de nuestro pueblo” sostuvo la familia Tapawuaska Pulca mayordomos de esta celebración. “Unión, Fe y Esperanza” es lo que nos deja estas celebraciones a nuestra familia. Los mayordomos reciben todos los insumos que ofrece el pueblo al Señor. Ingredientes que luego se mezclarán en un apetecible plato típico para el almuerzo de los pobladores.

En el atrio de la Catedral los pobladores degustaron del tradicional “pucapicante”. Al término de la misa de resurrección monseñor Salvador recibió 50 platos de ésta exquisita comida para distribuirlo entre sus seminaristas.

Ayacuchanos peregrinación hacia el “Santuario de Quinuapata”.

Un pueblo que sufre es un pueblo misericordioso, un pueblo que no se cansa, un pueblo que camina con su obispo. Como lo hicieron los 500 peregrinos que acompañaron al Arzobispo de Ayacucho monseñor Salvador Piñeiro, hacia el Santuario de Quinuapata el sábado de gloria por la mañana.

Cargando una gran cruz de madera, la peregrinación continúo hasta llegar al santuario propiamente dicho. En medio del fervor de la muchedumbre, religiosos y religiosas, jóvenes, adultos niños, todos acompañan al madero de Jesús.

Al llegar al Santuario monseñor Salvador resaltó la figura de María Magdalena como la primera comunicadora de la gran noticia de la resurrección. En Quinuapata meditamos en la cruz, recordó, para convertirnos en testigos comunicadores de evangelio.

El Cirio Pascual fue encendido en medio de la oscuridad en la Basílica Catedral durante la celebración eucarística del sábado de gloria. El Arzobispo de la ciudad entrego la luz del Cirio Pascual a los superiores de las congregaciones que realizan obras sociales en Ayacucho.

Más de 20 personas recibieron los sacramentos de la Iniciación Cristiana conferidos por monseñor Salvador Piñeiro. En medio de esta celebración el sacramento del matrimonio fue conferido a John, judío converso al catolicismo, y a su esposa Lucia, quienes llegaron de EEUU para unirse en santo matrimonio en el día en que el Señor resucitó.

“Vivir como Dios, poner en práctica la caridad y multiplicar las obras del amor” son los tres signos que se deben poner en práctica al término de estas celebraciones santas, enfatizó monseñor, durante su homilía.

Los 5 mil peregrinos que visitaron la ciudad de Ayacucho compartieron el mensaje de las 7 palabras que pronunció Cristo en la cruz, analizadas no solo por los sacerdotes sino también por los laicos y religiosas presentes.

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