Durante tres meses trabajaron familiares y víctimas del Ycuá Bolaños con la seguridad de la Presidencia, con el mayor Benítez a la cabeza y con otros miembros de la Comisión de la Venida del Papa, para organizar el paso del Sumo Pontífice al Memorial del Ycuá Bolaños, antes de emprender vuelo de vuelta a Roma el pasado domingo 12 de julio. 

Sin embargo, el papa Francisco apenas pasó por el cruce de Artigas y Santísima Trinidad, donde se registraron incidentes con al menos 15 heridos y 60 atendidos por el cambio de carril de la comitiva papal, que se abrió paso entre la gente. 

La Policía Nacional motorizada literalmente atropelló  a varias personas, mientras que miembros de la Guardia Presidencial hicieron gala de prepotencia. "La seguridad local falló desde el principio, desde la mañana,  hasta las vallas que ponen un límite a la gente llegaron tarde", aseguró ayer Tatiana Gabaglio, sobreviviente del siniestro del supermercado Ycuá Bolaños, donde murieron 400 personas en el 2004.

Hasta ahora nadie explica oficialmente por qué la comitiva decidió el cambio de carril sobre el lado izquierdo de Artigas y no sobre el derecho donde tenía previsto circular.Bendición.  Pese a los incidentes, el papa Francisco bendijo a los presentes y también el Santuario. Un reporte de la radio del Vaticano asegura que Bergoglio "recuerda a las víctimas y abraza a sus familiares". Representantes de víctimas  se reunieron ayer para tomar decisiones sobre el suceso.

Tras lo ocurrido el domingo, muchas personas acudieron hasta el memorial. "Hay que estar acá para entender lo que les pasó a esta gente; es fácil juzgar. Creo que lo que pasó es por un lado positivo, porque se volvió a recordar", dijo Serafín Aquino, quien visitó el sitio con su familia.